La tierra mojada de repente por la lluvia de tormenta veraniega. La manzana verde cogida del árbol. El jabón casero lavando en el pilo. El humo invernal que sale de las chimeneas. Los chopos. Los robles y encinas. La jara. La hierbabuena y hortelana. El laurel. El tomillo. El monte. La tierra arada. La gavilla de trigo. La trilla. El botijo. La alfalfa recién cortada. El barro rojo de Requeijo. Peñacabras. Los corrales de las ovejas. La hogaza de pan caliente. Las boñigas. La piel de los caballos. Los adobes. El desván de mis abuelos. El hierbal. El pajar. La pocilga de los cochos. La cuadra. El gallinero. La subida a San Mamés. Las calles en San Bartolo. Los regueros. La lumbre. La comida en el pote. El portal regado. La pared encalada. Las cuevas. La humedad. La oscuridad. El vino haciéndose... Olores. Recuerdos.
2 comentarios:
Mira, lo has "clavao". Todos esos olores, y seguro que alguno más, son los olores de la paz y la tranquilidad que rezuma Ayoó (olores de trabajo y desasosiegos en otro tiempo).
Tengo un amigo maravilloso y entrañable al que todos conoceis, que en su última visita, con los campos recien abonados, me comento: "solo por ésta tranquilidad y este olor, soy feliz estando aqui", algo deben de tener esos recuerdos olfativos que nos llevan a otros tiempos, a otras vivencias, a los momentos de felicidad vivida y a la esperanza de otros nuevos igual de felices. ¿Qué tendrá este rinconcito de la geografía zamorana para que no podamos olvidarnos de él?, AYOO.
Siempre he guardado en mi memoria el olor de la comida a la lumbre en la casa de mi abuela. Nunca volví a percibir ese olor, nunca he vuelto a comer esos buenisimos garbanzos del pote o esos huevos fritos con puntilla, pimentón y chorizo frito que estaban "pa" morirse.
Me parece que estoy empezando a ponerme demasiado melancólico (y un poquito pesado), mejor lo dejamos para cuando podamos hablar y oler en directo.
Afectuosisimos y melancolicos saludos.
Ay, Trice...que te hago ponerte tonto, jaja!!!! Mira que hemos inventado cosas: el video, las fotos, compartir a través de internet, guardarlo en el ordenador, en papel... pero los olores... ay... esos se nos escapan... y es tan fácil que un olor te haga ir a tus recuerdos... y es tan difícil retenerlos en la memoria... Yo, ahora mismo, cierro los ojos y veo la casa de mis abuelos y tenía un olor especial cada habitación... en los dormitorios, las pasas colgando de las puntas de los techos, las paredes encaladas, el hierbal que estaba al lado de la habitación de mis padres, donde nació mi hermano... mira, se me ha olvidado poner (ahora lo añado) el olor de la cueva, el vino haciéndose, la humedad, la oscuridad... los olores si que te hacen viajar en el tiempo, ¿verdad?
(Como sigamos así en este mano a mano, te hago "coautor" del blog, jaja!!!!)
Un saludo... y un placer, ya lo sabes.
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