26 de junio de 2018

La Iglesia por dentro: la puerta

La puerta de entrada a la iglesia, esa doble hoja, una exterior y otra tras un pequeño espacio, para preservar el templo del ruido y del frío. El hueco de los dos vanos es ojival y la puerta de madera.





Creo que antes, el segundo paso, el que va hacia la nave, era diferente. De hecho, un día me comentó mi padre que el cierre que tenía la panera que su primo Aureliano tiene cerca de las cuevas, era la antigua puerta de la iglesia. Que la quitaron, hace ya años, y que él la cogió y terminó allí, la pobrecita, cuidando los aperos que tiene en el lugar. 




Ahora ya está viejita, deslucida por los elementos, pero aún tiene porte y se ve el trabajo de los cuarterones de la hoja.








22 de junio de 2018

Ayoó, ¿moro o cristiano?

No, nada tiene que ver el título con la concepción religiosa de los habitantes del pueblo (la inmensa mayoría cristianos y una pequeña y creciente colonia musulmana). Tampoco con las fiestas que en Levante se celebran representando antiguas batallas. Ni con uno de los platos señeros de Cuba que lleva ese nombre (arroz con frijoles negros). Era un juego de palabras con todo esto haciendo una reflexión sobre el origen del nombre de nuestro pueblo.

Cuando yo era pequeña y alguien me preguntaba de dónde venía el nombre de Ayoó, yo contaba, como me lo habían dicho a mi, que el nombre venía del árabe y que significaba "tierra de muchos manantiales". Y nada más cierto, sabiendo como es el territorio ayoíno, lleno de fuentes, pozos y bebederos. No sé de dónde venía esa interpretación, pero así lo contaba yo.

El caso es que, efectivamente, en árabe existe una palabra con este significado y con una traducción digamos, una adaptación fonética al castellano, muy similar a nuestro Ayoó: العيون, al-'Ayyūn, que significa las fuentes o los manantiales y de donde viene, por ejemplo, el nombre de la ciudad de El Aaiún, capital de la República Árabe Saharaui, ocupada y administrada por Marruecos, que no reconoce al país de los saharauis, el permanente conflicto allí.

(Esta segunda parte de la teoría me la explicó un amigo con gran curiosidad por las cosas del pueblo. Yo me la apropio.)

Al cabo de los años empecé a escuchar otra versión, que a mi me llegó imagino que en 1998, cuando se sacó aquel número de la revista cultura Ageo, de la que hablamos aquí. Allí, Mariano Rivera, quien diseñó la bandera de Ayoó, traza el origen del pueblo y de su nombre: 

"Los primeros habitantes de lo que hoy es Ayoó fue un asentamiento de cazadores-recolectores previo a la dominación árabe. Cierto era que el campamento romano de Petavonium estaba próximo. Pero resulta muy aventurado decir que se tratara de una villa romana o un asentamiento vacceo. (...) Una comunidad de monjes se instala sobre este antiguo asentamiento construye un monasterio. Dedicarán el monasterio a “Agio”, santo en lengua griega y se conocerá como Monasterio de Ageo. Agio derivará en la palabra Ayoó que da nombre al pueblo". (1)

Y ahí tenemos las dos teorías sobre el nombre de Ayoó, nuestro origen moro o cristiano.

(1) Otros textos donde se habla de este origen de Ayoó, nombre y lugar:

En el blog del Ti Joaquín, aquí, aquí y aquí.
En el blog Más vale volando.
Y en esta página que encontré de la Real Asociación de cronistas oficiales,aquí.

15 de junio de 2018

El premio, con la premiada

Ya se resolvió el segundo concurso que he organizado en Avantales. El primero fue para celebrar el sexto cumpleaños del blog y el más reciente, cuatro años después, en el décimo aniversario. Solo Fermín, el anterior ganador, probó suerte a través de los comentarios de aquí, el resto lo hizo por el facebook, en mi página personal y en la página del pueblo. 40 personas se animaron a apuntarse, hice el sorteo con la mano inocente de Oier y salió el número 12 que correspondía a Maria Angeles Martínez.





La verdad que no caía en quién era, no tenía foto de perfil y el nombre no me sonaba. Hasta que vi amigos que teníamos en común y ya me di cuenta de que sí la conocía, es la hermana de Adela y de Javi (y de más hermanos, pero yo conozco a estos), hija de Gerardo y de Martina.

Me puse en contacto con la librería Cubichi, de Benavente (recomendada por mi amigo Javi, el de Beni) y estupendamente todo, le hicieron llegar rápidamente el libro de Testigos y Vigías. El valle de Vidriales.

Y María Angeles, padre de San Pedro, madre de Ayoó, tan contenta con su libro. 



Habrá que ir pensando en el próximo sorteo... que ya tengo pensado algo... para cuando llegue a las 500.000 visitas... solo quedan unas 131.000, jaja... ¡¡¡prontito las hacemos!!!

5 de junio de 2018

Sin contaminación por plástico

Hoy en día puede parecer mentira, pero yo recuerdo cuando era pequeña y en el pueblo no había apenas residuos. No teníamos basura. No hacía falta. Los restos de comida se repartían entre los animales de la casa: los gatos, la perra, las gallinas y, en último lugar, los cerdos, que son como la roomba animal y lo devoran todo.



Se comía lo que se producía (patatas, vainas, huevos, conejo, lechugas, tomates..) y se compraba lo mínimo. Cuando se hacía (fideos, macarrones, arroz), siempre era en tamaño grande y casi siempre, en paquetes de papel. 



Se comían muchas latillas y el envase se lavaba y se reutilizaba (y se sigue haciendo, al menos en mi casa). 

No íbamos a mercadonas ni chinos ni todo a cien y teníamos más bien pocas cosas y, desde luego, cero envases. 

Realmente, supongo que algún residuo reuniríamos, pero como no había recogida de basura, no sé, terminaría en el corral, supongo. 



Ahora todo es diferente, compramos muchas cosas que van con sus envases de cartón o plástico, tenemos recogida de basura, tenemos contenedores (que se usan lo que se usan...) y tenemos un gran campo que no respetamos y en el que encontramos papeles, latas y plásticos de lo más variadito.



Hoy, 5 de junio, es el Día Mundial del Medio Ambiente y el lema de este año es "Sin contaminación por plástico". Si no puedes reusarlo, rehúsalo, nos dicen desde la Onu, no al plástico de usar y tirar que nos está aplastando. Se estima que a cada persona del planeta nos corresponden este año, 1.100 kilos de plástico. 



En Ayoó creo que no nos toca a tanto, pero también considero que podríamos hacer algo más por evitar dejar plásticos por el campo o en Requeijo, nuestro sitio favorito y que a veces poco se respeta. Es tan fácil como llevarse el plástico de vuelta y tirarlo al contenedor. Muy sencillo, de verdad.



Las fotografías que ilustran este comentario están hechas en Ayoó en diferentes momentos. Ojalá no tenga que volver a hacerlas en el futuro.

4 de junio de 2018

La Iglesia por dentro: la sacristía

La sacristía del pueblo es la gran desconocida de la Iglesia. Es una pequeña construcción adosada al templo en su parte delantera,  la derecha según miramos al altar (lado de la epístola), con una ventana y gruesos muros. Es apenas un cuadro con un armario donde se guardan los elementos que necesita el sacerdote para oficiar y también para las procesiones. Y no, no hay baño.



Según leo en la Enciclopedia Católica on line, EC Wiki La sacristía debe estar provista de armarios, anaqueles y cajones, debidamente etiquetados, para las diversas vestimentas y demás ornamentos en todos los colores litúrgicos; un crucifijo o alguna imagen conveniente ante la que el clero hace una reverencia antes de entrar al santuario o al regresar de él (Ritus celebrandi missam, II, I.); un lavabo donde el clero oficiante se pueda lavar las manos (op. cit. I, I) (...) Se acostumbra también tener en la puerta que lleva al santuario una fuente de agua bendita, y una campanilla para avisarle a la congregación de la llegada del celebrante.

La verdad que no sé si todo esto está en la sacristía de Ayoó. Apenas entré un momento hace unos años, acompañada de Matías, para hacer unas fotografías del espacio. Fue un momento y fui respetuosa y no me lié a abrir cajones.


El cuadro es una pintura de Fray Luis Blanco Alvárez, beato de Ayoó.

Los ciriales y las sujeciones del palio que se sacan en algunas  procesiones.



Además, había algunos objetos curiosos más: un candil, las cintas de cassette con las canciones que se ponen en los altavoces para llamar a misa, y un par de figuras pequeñas, un Sagrado Corazón con el brazo roto y una Virgen, también del Sagrado Corazón.






Ahora mismo no hay sacristán en Ayoó, como no hay monaguillos y como casi no hay ni cura, con 14 o 15 pueblos que tiene que atender D. Miguel. Pero cuando yo era pequeña, tampoco recuerdo la figura de sacristán. He recurrido a mi padre y él me cita dos nombres, uno Máximo, el padre de Mari, y el otro, Miguel el de Adelaida, del que recuerda que cantaba muy bien.




Por cierto, en Wikipedia se recoge que en el dintel de la ventana de la sacristía hay una inscripción con una fecha que sitúa su construcción en el s. XVIII. Yo, la verdad, por más que he mirado, no he visto ninguna fecha inscrita. Lo mismo no he mirado bien o donde debía hacerlo. Si alguien sabe algo, que me diga y me saque de dudas, por favor.