28 de abril de 2011

Apuntes al Calvario

Siempre me ha llamado la atención el camino marcado en Ayoó por las cruces del Calvario (es el Via Crucis, la representación del camino que Jesús hizo con la Cruz a cuestas durante la Pasión, con las catorce estaciones que le llevaron del Pretorio al Calvario).

Así que un día, hace un par de veranos, me propuse retratarlas con la intención de publicarlas aquí, en el blog. Y eso hice. Pero al reparsarlas en casa, oh, sorpresa, ¡se me había perdido una!. Así que este verano, acompañada de mi madre, volvimos a hacer el recorrido y descubrimos la que faltaba, la décimotercera. Y ahora, hace unos días, al volver a Ayoó en Semana Santa, veo que han renovado el Via Crucis, cambiando de sitio las cruces y variando su final... así que aquí van las fotos de este recorrido por las cruces de Ayoó que hubo, que no y que cambiaron:



Inicio del camino en la calle de La Iglesia, en la trasera del templo, frente a lo que era la casa de mis abuelos y ahora es de mi tía Paulina.

 Momento del incio de la procesión de Jueves Santo de este 2011 en esta primera Cruz.

Segundo paso del Viacrucis en la vieja casa que era de la familia Barrio, junto a la de María la de Niso.

Tercera cruz un poco más adelante, en la casa que ahora es de Antonia la de Justi, enfrente de la de Santi y Conce en la calle de la Iglesia. Estas, sobre pared de barro, son las que más me gustan.


Cuarto paso en la cruz situada en la casa de Arsenio,  junto a la de mi tío Rogelio, ya enfilando el final de la calle.


Quinta cruz en los ladrillos de la panera de Nichi, la construcción que cierra los edificios de la calle de la Iglesia.




Sexta Cruz, la conocida como la de la Verónica. En la foto de arriba en el verano del 2009, con todos los cascotes de obra que hay en la zona; la del medio, del año 2010 y la de abajo, con una cruz anterior, en el año 1993.


La sexta Cruz del Viacrucis es la conocida como la Cruz de la Verónica, cuando se supone que esta mujer, una de las figuras más controvertidas de la religión católica (que si era prostituta, que si llegó a casarse con Jesús, que si era su hermana... teorías para todos los gustos) le secó la cara a Jesus en su camino al monte Calvario, cara que quedó impresa en el lienzo y que hoy se conoce como Reliquia del Santo Rostro (curiosamente, hay al menos cinco Iglesias y Ermitas que dicen guardar el verdadero...).
Sobre esta historia y sobre Verónica, hay un interesante artículo (con réplica) en el siempre curioso blog El ti Joaquín, aquí y aquí.

Más sobre la figura de Verónica en Wikipedia, Tus preguntas sobre los santos.

Séptima cruz del Via Crucis en la casa que fue de María Barrio, junto a la de Angel y Jesusa, en el comienzo de la calle Peñacabras.

En la vieja casa de al lado está la octava Cruz.

 Los paraguas afloraron al llegar a este lugar durante la procesión de Jueves Santo de este año.


Pasando un pequeño descampado, llegamos a la novena Cruz.


Desde esta novena cruz se han cambiado las situación de las que siguen, se han acercado unas a otras y se ha cambiado el final. Ahora, están todas más cercanas, en esta calle:




La décima Cruz se ha colocado ahora aquí, en la antigua casa de Paco Quiroga, el padre de Tita, junto a la de Leonides. Es además una cruz nueva, más pequeña, de madera y sin numeración romana.


 Aquí, en la casa de Andrés Cano, está ahora el paso decimoprimero del Via Crucis. Antes también había cruz, pero era la décima. Arriba, la nueva cruz de este mismo año, abajo, la que fotografié el verano pasado, en el 2010.






 Y aquí, en una panera que hay casi en la esquina de la calle Peñacabras ya torciendo hacia los corrales, estaba esta Cruz número once.
 
La decimosegunda Cruz está ahora aquí, en la casa que linda con la de Primitiva.


Antes, la decimosegunda cruz estaba ya en uno de los corrales, saliendo de la calle Peñacabras en dirección al pilo.

La decimotercera cruz está ahora situada en este corral que es de Felipe Lobo, que fuera de tío Guillermo, hermano de mi abuela Menta. Curiosamente, en esa puerta grande junto a la que se ha situado, hay una cruz, la única de ese tipo que yo he visto en una puerta en Ayoó.

 Detalle de la cruz en la puerta.
 
La decimotercera cruz estaba aquí, en esta panera, pero cuando yo fui a retratarla, solo quedaba el clavo donde colgaba.


Afortunadamente, aunque yo ya no pude coger la Cruz en su lugar, encontré una foto de ella en el blog del profesor Mencía, en Patrimonio Popular. Así era la decimotercera Cruz del Viacrucis.



Y ahora este es el final del Viacrucis, en esta antigua casa de la calle Peñacabras, la Cruz número catorce.

En este corral que aparece a la derecha, el de Plácido, estaba situado el final del Viacrucis hasta que cambiaron su posición.

Y esta era la antigua cruz decimocuarta, situada en uno de los corrales de Peñacabras. El lugar donde estaba creo que puede tener relación con la antigua ermita dedicada a San Bartolomé, que hasta los años setenta estaba por este lugar, tal y como contaba el Ti Joaquín en su blog.


21 de abril de 2011

El Calvario

En la semana Santa de Ayoó, uno de los momentos más intensos y fervorosos se vive en la noche del Jueves Santo, cuando el sacerdote y los feligreses procesionan por el Via Crucis recordando las catorce estaciones o pasos de Jesús rumbo al monte Calvario, donde sería crucificado. Este camino está señalizado en Ayoó con esas catorce cruces que van desde la calle de la Iglesia hasta Peñacabras y que son estas que ahora os presentamos.

Primera Cruz en la vieja casa de Juan Manuel, justo en la trasera de la Iglesia, donde se hace El Encuentro del Domingo de Resurrección.


Segunda Cruz en la casa de la familia Barrio, junto a la de María la de Niso.


Tercera Cruz en la vieja casa que ahora es de Antonia, la de Justi.



Cuarta Cruz que está en la pared de la casa de Arsenio, junto a la medianera con la de mi tío Rogelio.



Quinta Cruz en la panera de Nichi, al final de la calle de la Iglesia.


Sexta Cruz, la de la Verónica, en la curva del camino que comunica la Calle de la Iglesia con la de Peñacabras.



Séptima Cruz en la vieja casa que era de María Barrio y ahora pertenece a Andrés, el hijo de mi tío Rogelio.




Octava Cruz en la vieja casa que está frente a la de Antonio y Tita.



Novena Cruz al otro lado del descampado.


Décima cruz del recorrido. Se la ha cambiado de sitio y ahora está en la casa de Paco Quiroga, el padre de Tita.




Décimoprimera cruz del Via Crucis. Esta es una nueva cruz de madera, sin numeración, en las puertas grandes de la casa de Andrés Cano.



 
Decimosegunda cruz. Esta es una pequeña cruz de madera, nueva, porque la número 12, que antes estaba en un corral, había desaparecido.





Decimotercera cruz. Esta también se ha cambiado de lugar, antes estaba en un corral saliendo de la calle y ahora en esta vieja panera de la calle Peñacabras.





Decimocuarta y última de las cruces, fin del Via Crucis. La cruz es la misma de siempre, pero el lugar lo han cambiado, antes estaba en un corral de las ovejas y ahora en esta vieja casa, en la calle Peñacabras.


19 de abril de 2011

La Iglesia por dentro: El retablo del sagrario

La figura de San Fructuoso y de la Virgen del Sagrado Corazón están ahora en un pequeño retablo muy curioso. Bajo la hornacina en la que está el santo hay un pequeño sagrario muy disimulado y por fuera tiene un extracto en latín de las palabras que el sacerdote pronuncia en la Consagración del vino. En los laterales, también hay un texto, este en castellano, con los nombres de los responsables de la parroquia en el tiempo en el que se hizo el retablo, fechado en el siglo XVII.







El sagrario está perfectamente disimulado en el cuerpo central. Por supuesto, yo no tenía idea de que ahí había un departamento escondido, me lo indicó Matías, para mi sorpresa. En la foto se ve el pequeño sagrario con la puerta abierta, forrado por dentro con un papel azul con estrellas blancas.


 Este es el texto que encontramos a la izquierda del Sagrario:




Esta o
bra se
iço si
endo
cura
el r.Dº
Don
Pedro
Alon
so de
Cifu
entes



(Es decir, "Esta obra se hizo siendo cura el reverendo Don Pedro Alonso de Cifuentes". Como se observa, dos apellidos que aún hoy siguen estando presentes en familias del pueblo, Alonso y Cifuentes)






Texto del cuerpo central de la zona central del retablo, un extracto de la Consagración del vino:






Hac est enim
corpus meum,
hic est enim ca
lix sanguinis me
inoui et eternites
tametimisteriu fi
dei qui prouobis et pi
multis effun detur in
remillionem pecatto
rum

Tomad y bebed todos de él,
porque este es el cáliz de mi sangre,
sangre de la alianza nueva y eterna,
que será derramada por vosotros
y por todos los hombres
para el perdón de los pecados.
Haced esto en conmemoración mía.




Texto del cuerpo derecho de la zona baja del retablo:



ima
iord
omo
juan
testo
n,ijua
nfre
ile,
ano
de
16 6

"Y mayordomo Juan Teston y Juan Freile ano de 16 6". Entre un 6 y el otro hay un hueco y no sabría decir que número figuraba ahí.



Hay que agradecer a Matías su dedicación por conservar los objetos de la Iglesia. Este retablo estaba en muy mal estado y él lo ha reparado y afianzado y ha arreglado la puertecita del sagrario.




Por cierto, y aunque esto no es un blog de doctrina católica, aprovecho para comentar que en 2008 se cambió la fórmula de la consagración tal y como aquí se ha traducido: se permitió usar la fórmula “ustedes” en aquellos países que suelan usarla, como en Latinoamérica, de tal forma que se diga “Coman y beban” en vez de “Tomad y bebed”. También, y esto ha tenido más repercusión e incluso polémica, que se diga “Derramada por todos y por muchos” en vez de “derramada por vosotros y por todos los hombres”.
(Capax mundi, blog sobre asuntos de la Iglesia y documento de la Diócesis de San Fernando de Apure, Venezuela)

16 de abril de 2011

La Iglesia por dentro: San Fructuoso

San Fructuoso es el santo del día y también aparece en la Iglesia de Ayoó y, al parecer, por partida doble. La figura que se encuentra en el pequeño retablo de la derecha en San Fructuoso o, como se decía en Ayoó, San Frutugoso.



El caso es que poco más que el nombre sabía de él (nombre, por cierto, que conocía porque aunque extraño, un vecino mío se llama así) y al buscar información me encontraba con dos Fructuosos santos y obispos, el de Tarragona y el de Braga. Tras consultar a los expertos en el tema, me han guiado hasta el santo de la ciudad portuguesa así que su vida es la que presento a continuación:



San Fructuoso se cree que nació entre los siglos VI y VII en el seno de una familia goda de la nobleza. Tras quedar huérfano a edad temprana, se retiró a El Bierzo, a unas tierras de su familia, aunque antes estuvo en Palencia, en la escuela episcopal. En el valle de Compludo, en León, vive como un eremita, en una cueva, haciendo grandes penitencias y tras haber entregado sus bienes a los pobres y liberado a sus esclavos. Pero su persona tenía tal magnetismo que le sigue una multitud que trata de imitar su vida hasta el punto de que en la zona se instala una especie de comuna de eremitas, hombres por un lado, mujeres y niños por otro. El Rey godo Chindasvinto y la Reina Reciberga (no podía dejar este artículo sin poner estos nombres, jeje) llegaron a dar una donación a este grupo en lo que se convirtió en la primera donación real de la historia española.


Tras abandonar Cumplido busca otros lugares retirados y va fundando diversos monasterios desde El Bierzo y Galicia hasta Cádiz, pasando por toda Portugal. Intentó peregrinar a Jersusalén, pero el citado Rey Recesvinto se lo impidió y además, ya como Obispo, le hizo acudir al Concilio de Toledo donde tuvo una destacada participación. En ese concilio se le elige como Arzobispo de Braga, ante la renuncia del titular, Potamio, que había confesado haber quebrantado el celibato. El arzobispado de Braga constaba entonces no solo del territorio portugues, sino también de otros que pertenecían a Galicia y León.

Lo curioso es que a pesar de lo conocido que era en su época, apenas se conoce nada de su actividad pastoral en Braga. Una biografía atribuida falsamente a San Valerio, discípulo suyo, asegura que vivió como monje aunque fuera arzobispo. Y aquí, en este detalle entra en juego otro elemento de la Iglesia de Ayoó.





En el lado izquierdo, en el retablo con varios santos pintados que hemos ido identificando en artículos pasados, hay una imagen que los expertos en iconografía religiosa me han señalado que puede ser también San Fructuoso. La mitra está en el suelo y según ellos, ello puede ser por ese desapego que San Fructuoso tenía de los cargos y del reconocimiento. Así que tenemos San Fructuoso por un lado y por el otro en la Iglesia de Ayoó.









San Fructuoso no descansó ni después de muerto. En el s.XII el arzobispo compostelano robó su cuerpo y se lo llevó a Santiago de Compostela donde fue enterrado en la cripta de la catedral. Hace unos años, los huesos (en la foto) fueron devueltos y hoy se encuentran en la Sala de Reliquias de la catedral de Braga.

Fotografía de Pregunta Santoral
La figura de San Fructuoso se considera clave ya que sus Reglas de vida monástica fueron las más difundidas por la Península aunque después quedaron eclipsadas por otras provenientes de europa, como la Regla Benedictina. Alguno de sus monasterios se han mantenido con actividad hasta fecha reciente.



Artículo realizado con la ayuda de Pregunta Santoral, Wikipedia y Cuaderno de los ingenieros de Icai (Escuela Técnica Superior de Ingenieria de la Universidad Pontificia de Comillas)