14 de febrero de 2016

Requeijo (5): Pozos, fuentes y manantiales

Resumen de las características de la presa de Ayoó, recogidas en la página de la Sociedad Española de Presas y Embalses (SEPREM), aquí.


El agua de la presa de Requeijo es una de las grandes riquezas de Ayoó. El pueblo se asienta sobre una capa freática que no sé si alguna vez ha sido evaluada pero que dadas las fuentes, los manantiales, los pozos que jalonan su extensión, es de suponer que sea realmente importante.

Explicación del funcionamiento de un acuífero, recogido aquí.


En Requeijo, el agua nace de los manantiales que allí se encuentran, especialmente el que se conoce como “Fuente Mildeos” (en los mapas y oficialmente, se pone Mildedos, pero es una corrección que no me gusta nada).

La fuente era un manantial que se situaba enfrente del lugar donde ahora se encuentra la ducha, poco más o menos. Era un chapazal, una zona de barro que posiblemente había derivado en una especie de arenas movedizas. Los animales, que para estas cosas tienen un sexto sentido, no se acercaban al lugar. Como recuerda mi padre “como en cincuenta metros alrededor no pisaba una caballería, ni una vaca ni nada, se le tenía respeto… Había llampazas, ajuncos, carrizas y hasta una salguera, pero ni las yeguas se metían a comer allí, por mucha gana que tuvieran”.





Sobre la Fuente Mildeos se contaba la historia del carro de mulas que se metió allí y que se hundió, animales, carros y todo. Esa historia me la contaron a mi bien pequeña, de la misma forma que se la habían contado a mis padres… Quién sabe si alguna vez ocurrió o fue una manera de meter miedo a los chavales para que no se acercaran a ese lugar peligroso. Para mi, desde luego, fue efectivo… Una que tiene muchas películas de vaqueros de la sesión de tarde a sus espaldas, tenía pesadillas con arenas movedizas que en unos segundos engullían a una persona. Lo cierto es que las arenas movedizas aunque existen, no son tan mortales ni rápidas como nos enseñaban en el cine.


Alberto Alonso le contó a mi padre que cuando hicieron la presa hubo un ingeniero joven que quiso desafiar a este lugar. Pidió meterse allí y para ello se puso unas botas altas, tipo pescador, hasta la cintura, se agarró una cuerda al cuerpo y se metió allí, en el fango. Todo era barro y se fue hundiendo, hundiendo y era incapaz de salir. Tuvieron que ayudarle o se quedaba allí.


La fuente Mildeos da buena parte del agua de la presa, ahora desde dentro, porque quedó cubierta con el recrecimiento de la misma.

También dentro de la presa quedó este pozo que estaba hacia lo que ahora es la zona de merienda. Mi padre recuerda que lo hicieron cuando él tenía como 14 o 15 años. “Hicieron un pozo pero al poco se hundió alrededor, todas las familias, unas 200, fueron a llevar un carro de piedras para rodear el pozo. Luego el agua salía por el tubo y también por entre las piedras”. 

Queda la duda (hay cierta confusión al respecto) sobre si de este pozo se tomó agua para el abastecimiento del pueblo o fue de otro que quedaba más cerca del chiringuito actual y que se cerró y tapó hace años, tras hacer el actual pozo, en una zona más alta.

Este pozo está ahora en el fondo de la presa.
Por encima de la presa hay otro pozo, donde cuando yo era una chavalilla íbamos a merendar o a pasar la tarde. Ahora ese pozo está tapado y el agua que allí mana es la que se usa para el abastecimiento de agua potable del pueblo. Se lleva hasta el depósito que está al lado del pilo de Peñacabras, uno de los puntos más altos del pueblo, y desde allí se reparte por las tuberías de las casas.

Aquí estamos una buena cuadrilla pasando el rato junto al pozo de Requeijo.


El pozo en 2003...
....en 2008....
...y en 2014, la última vez que me acerqué por allí, asunto ya complicado por la mucha maleza que hay en el camino.

En esa zona también encontramos un manantial a ras de suelo, la Fuente de la arena, ahora casi perdida entre las llamas y las zarzas que todo lo invaden. Hacia la ladera está la otra fuente, la de La gatina, a la que tras entrar la máquina y despejar el camino, se llega estupendamente andando.

Fuente de la Arena.
Fuente de la Gatina. Hace unos años había quedado oculta por la maleza, pero ahora abrieron con la máquina un camino, desde el Pozo de la Pedrera, y se llega estupendamente.
Por esa zona, donde está el pozo de la Pedrera, hay otro pozo que lleva el agua hasta el chiringuito de Requeijo.



En la zona del merendero, además del agua que tiene el chiringuito, se puso un sistema de riego por aspersión, para tener verde esa pradera y está la fuente del merendero, que es de grifo (aunque eso no importa a la hora de echar un traguito cuando se viene acalorado del paseo en bici hasta allí....).




5 de febrero de 2016

Requeijo (4): La playa

Requeijo beach hace unos añitos, en 2002.

Cartel indicador en el camino, señalando el lugar, playa.

Uno de los lugares que más visito en verano en Ayoó es la playa de Requeijo, el lugar de baño de nuestra presa. Me encanta llegar sofocada por la carrera en bici hasta allí y meterme en el agua fresca... es uno de mis sitios favoritos, un lugar con muchas posibilidades pero que se está quedando algo abandonado por autoridades y público. 


Cae la tarde. Requeijo, verano del 2007.

No va tanta gente como podría, que mira que se está bien y es entretenido para los niños... aunque tiene sus incomodidades. Llegar hasta allí a pleno sol es la primera. Yo opto por la bici, a veces dando un paseo a pie y en muy contadas veces, me he acercado en coche.


Requeijo, como indica la foto, en julio de 2007.

Una vez allí, hay que luchar contra los tábanos, ¡anda que no son pesados estos bichos!... por no hablar de las moscas y alguna que otra avispa, sobretodo cuando se saca la merienda... En el agua, ranas, peces y de vez en cuando, asoma alguna serpientilla acuática....


Primer baño de nuestra temporada, verano del 2014.

La zona de baño ha pasado por varias etapas. En un primer momento se le echó arena, arena de obra, bastante molesta al final porque es gorda y pegajosa... aunque bueno, a los niños les gustaba (al menos al mío, cuando empezó a ir allí). 


Verano del 2007, la playa llena de arena.

Ahora ya no queda nada, hay hierba, más o menos verde en función del agua que haya caído ese año y cañizos que pican los pies hasta que entras en el agua, donde te encuentras una mezcla de barrillo fino y piedras. 





Ya en el agua, las plantas acuáticas comienzan a ser un serio problema y molestia para los nadadores y no estaría mal que se hicera algo por sacarlas, por limpiar el cauce de la presa.  

La zona de la playa se acondicionó levantando un murete de separación con las tierras de atrás, se instalaron bancos, que están ya en muy mal estado debido al tiempo y al escaso mantenimiento, una ducha muy básica pero que hace su papel y un pequeño tenderete cubierto para dar sombra que está en franco estado de ruina. 


Verano, 2008.



Verano, 2008.


Así estaba este verano la sombra en la playa, con el cañizo completamente destrozado.

La cubierta apenas existe, está hecha trizas y los alambres de enganche, han caído a los lados con un gran peligro para todos los que buscamos un poquito de sombra cuando estamos allí. 




También las papeleras están destrozadas y, la verdad, para no ser recogidas nunca, mejor quitarlas y concienciar a los visitantes para que se lleven su basura y que no la dejen allí, donde nunca será limpiada.




Los árboles que se han plantado en la zona para dar sombra, no tiran.... se han secado un par de chopos, de hecho alguno de ellos ya ha sido arrancado. Es difícil encontrar alguno que se desarrolle en ese lugar, tal vez por el tipo de tierra, por paradójica falta de agua o por exceso... no lo sé.


Verano 2014.

Y la última queja sería la de la zona de aparcamiento. Hay unos pivotes que tratan de impedir que se metan coches en la campa que hay en la zona de playa, pero se han ido cayendo o, directamente, los han tirado para entrar, sin ningún tipo de miramiento, con los coches hasta casi la línea de agua. Algunos de los irreductibles de la zona hemos llegado a acarrerar piedras para poner un poco de dificultad a ese comportamiento, pero lo cierto es que he visto meter autos o pequeñas caravanas hasta los bancos. 


Verano de 2010.

Al final me ha salido un artículo de quejas, casi debería sacar de paseo mis famosos tabanitos, aquellos que usaba para dar picotazos con mis quejas... 

Lo cierto es que a pesar de todo esto, es un lugar que me encanta, donde he echado muchas horas, muchas risas, muchas conversaciones, un momento para hablar con la chavalería, para relajarse, leer un rato, ver cielos maravillosos, bañarse en un agua de verdad, hacer un gratuito tratamiento de pelo con barro.... 




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