Calle Carracedo (2)

Seguimos por la calle Carracedo pero antes de empezar el desglose casa a casa, paramos mirando atrás. Javi Martínez Otero puso en nuestro grupo de Facebook una foto de su álbum familiar, justo al comienzo de la vía, en la intersección con la Audiciencia.

Se ven varias caballerías, una con un hombre, otra con una mujer y una suelta en el medio de la calle. Luego hay otras mujeres, hombres, niños... aunque la definición de la foto no permite identificar a nadie. Pero el sitio sí y aquí está la comparación del lugar, en una toma cogida del Google Maps.

Otra mirada al pasado la tenemos con esta foto que se colgó en una de las exposiciones organizadas por Perafondo. En ella David, el de Elidina y Arturo posa en esta calle... Más o menos he intentado coger este mismo trozo con el google maps.

El recorrido por la calle Carracedo sigue por un punto en el que seguro que todos los que tenemos unos añitos, hemos pasado: el número 7 de la calle, la casa de Asunción y Aurelio y durante muchos años, sede del bar del pueblo, el bar de Asunción.

Año 2009

No recuerdo mucho de él… creo recordar que tenía la barra nada más pasar la puerta, en ese lado de la habitación y luego las mesas, pero es un recuerdo bastante vago, la verdad.

Durante muchos, muchísimos años, mucho después de haber cerrado el bar, se mantuvo el cartel en la fachada de la casa. Creo que aunque la taberna no seguía abierta, Asunción daba comidas y no sé si alquilaba alguna habitación a trabajadores que pasaban por el pueblo, cuando hicieron las obras de la presa o cuando se hacían los caminos de la concentración.

Marzo de 2016

Asunción y su marido Aurelio estuvieron en Alemania. Le compraron la casa a un señor que se llamaba Domitilo que estaba en Zamora y cuando regresaron al pueblo la hicieron en ese lugar.

Marzo de 2016

El número 9 de la calle era de Daniel Zapatero, conocido en Ayoó como Daniel “El mudo”. Ahora la tiene uno de sus hijos y ha reconstruído la vivienda respetando su esencia. Creo que se ha hecho un buen trabajo, en mi opinión. 

Aquí la casa antigua justo cuando ya estaba en obras pero aún tenía sin tocar la fachada. Verano de 2013

Las aldabas de las puertas antiguas, arriba la de las puertas grandes y la pequeña la de la puerta pasillera.

Se echó abajo todo menos la fachada y se reconstruyó, manteniendo la esencia de la casa pero modernizándola. 

Agosto de 2013

Marzo de 2014

Entre las puertas estaba el indicador manual, con el nombre de la calle escrito en la piedra de la fachada. Eso se ha mantenido, pero un poquito constreñido entre el reborde de las puertas.

Agosto de 2007

Marzo de 2014

Agosto de 2014

Aquí la casa decorada al paso de la procesión de San Mamés.

Agosto de 2016

La siguiente vivienda es la número 11, la de Isidoro y Maruja. Era originalmente del padre de él, de Benedicto Martínez (hermano del padrastro de mi madre).

Marzo de 2016

La número 13 es la que en tiempos conocíamos como “la casa de las bodas” y es que allí, cuando estaba a medio construir, se celebraron los banquetes de bastantes bodas, cuando se celebraban al viejo estilo, con los mozos recogiendo mesas y bancos por las casas, mis tíos Ismael y Dorinda haciendo la comida en la lumbre, los mozos colgando a los novios de la viga y paseándolos en un carro por el pueblo, las madres y madrinas repartiendo el bollo a los no invitados… De todo ello hay una entrada en el blog, aquí.

Marzo de 2016

La casa original era de la familia de Trini, de su abuelo el Ti Benigno Castaño. La tiraron y ella y su marido, Rogelio el de Congosta, levantaron la que está ahora, que tras el fallecimiento de ambos, es de sus hijos.

Agosto de 2011

Y el repaso por este lado lo terminamos con la vivienda número 15, la que era la casa de Don Felipe, el maestro. Esta vivienda era del Ti Pedro Cortés y se la vendió su hijo, César Cortés (padre de Pedro el de Visi) a su cuñado, don Felipe.

Marzo, 2016

Embocados ya en la calle, en el lado de los números pares, la primera casa, la 8, es la de Modesto y Consuelo, que era de la familia de ella (Modesto es de Castrocalbón, hay bastantes parejas entre ambos pueblos). La casa era del abuelo de Consuelo, Ventura.

Marzo, 2016

La casa número 10, más moderna, es la de Angel y Dominga, la maestra. 

Marzo, 2016

La de abajo, también era de Angel, ambas eran una. Mi padre recuerda que esta vivienda era enorme y también que a ella fueron muchos novios en su noche de bodas (solía hacerse así para que los mozos les dejasen, en lo posible, tranquilos, cosa difícil). 

Abril de 2014

Uno de sus recuerdos es el de, precisamente, los padres de Consuelo, Gabriel y Cándida. “Fuimos a buscar a los novios, yo era uno de los “compañeros” y era lo que hacíamos, ir a buscarles para que pagaran el chocolate en la plaza, para colgarles de la viga… Los casados, los sábados, se iban a domir a una casa del pueblo, para escapar de los mozos. Pues esta era una casa enorme, con un montonazo de habitaciones, que nos perdíamos por ella. Tenía muchas habitaciones con colchas de las llamadas de “ojo de perdiz” que las hacían en Donado… ”.

 Y hasta aquí el segundo paso por esta calle Carracedo.

Julio de 2011

Calle Carracedo (1)

Me ha costado un poquito, pero ya está en marcha un nuevo repaso a otra calle de Ayoó. En este caso es la calle Carracedo, la que va desde la plaza de la Audiencia hasta Las Escuelas

En realidad, empieza donde muchos no imaginan porque la Audiencia, a efectos de distribución del pueblo, no existe, no está en el callejero. Así, la calle Carracedo empieza en los números impares en la casa de Fidel y Antonina y en los pares, en la casa de Antonio el andaluz. Pero la plaza si está físicamente y con ella, nuestros recuerdos y tendrá su espacio en este recorrido.

La plaza en el año 2009.

Como digo, la calle Carracedo comienza en la casa de Fidel y Antonina, que lleva el número 1. El número 3 es una casa gemela, también de ellos, que nunca ha sido habitada (ni siquiera sé si por dentro está arreglada). 

Fotografía de 2016.

Es un edificio grande que preside la plaza y que todos recordamos porque cuando se hacía el baile en la plaza, era allí donde se colocaba el bar de los mozos.

Aquí sacando mi álbum personal, el bar de los mozos el año que estuve yo en él, 1986.

Mi madre y Chelo bailando frente a la casa que nos ocupa, en el verano del 2002.

El número 3 es la gran casa de Francisco y Cándida, ahora de sus hijos, tras el fallecimiento de ambos. 

Imagen del año 1986.

Una gran casa que debo reconocer, no cuenta con mis simpatías estéticas. Desde que se hizo, que lo recuerdo perfectamente, me pareció un mostrenco gigantesco que nada tenía que ver con lo que había alrededor. Mi opinión, eh? Que nadie se ofenda.

Esta casa se hizo tras derribar una casa que era de la Ti Matilde Castaño y también había una pequeña panera, que era de la Ti Vicenta, la madre de Avelina y Amelia. Tenía la casa el pajar donde las puertas grandes y donde la puerta pequeña hubo una pequeña tienda de comestibles de un señor de un pueblo de Salamanca que era rubio o pelirrojo y le llamaban “El Rojo” (dudo que en aquellos años fuera por su inclinación política, imagino que más por su aspecto).

Hace un tiempo encontré una fotografía en la que se veía ambas casa, las números 3 y la 5, hace un montón de años e hice la comparativa con el aspecto actual. Recupero aquellas fotos, que eran bastante curiosas. Aquí el post.

En la otra zona de la plaza, el número 2 es la casa de Antonio, el que era conocido como El Andaluz, ya fallecido. La casa era de sus suegros, de los padres de su esposa, que no recuerdo ahora su nombre.

Esta imagen también es del año 1986.

Aquí se ve la casa en un tiempo anterior, en 2009, cuando aún tenía la puerta verde de madera.

El número 4 es una casa enorme, la de Emiliano, ya fallecido y Flora, padres de Jesús, que era mi amigo cuando chavalillos. Ambos estuvieron muchos años en Alemania, su hijo nació allí y aquí se instalaron a su vuelta.

Imagen de 2016

El número 6 de la calle es la panera, con los escalones en su puerta. Era del ti Valentín y allí guardaban mineral para vender, aunque personalmente, yo, nunca ha visto movimiento en ella.

La panera en julio de 2016.

En la pared de la panera se pueden ver aún las numerosas pintadas que se hacían antes recordando a los quintos, a los jóvenes del mismo año que se iban a la mili. Lo cierto es que pensaba que tenía un post dedicadas a ellas, pero no lo encuentro, así que tendré que hacerlo!!!