Hoy se recuerda en la Iglesia católica a los beatos que fueron elevados a los altares en 2008, en una de las mayores ceremonias llevadas a cabo en el Vaticano, ya que se otorgó el rango de beato a casi 500 personas, en su mayoría sacerdotes y religiosos que fueron asesinados en la Guerra Civil. Entre ellos está un ayoíno, Fray Luis Blanco Alvarez.
Estas fotografías, de Pedro Gabriel Cortés, son de aquel día.
Como otros años, en el Santuario de la Virgen del Campo, en Rosinos, se celebrará una misa en la que se recordará a Fray Luis Blanco Alvarez y a los otros cuatro religiosos vidrialeses beatificados: José Gando Uña, de Villageriz; José Peque Iglesias, de Rosinos; Marcos Guerrero Prieto, de Fuentencalada y Pedro Simón Ferrero, del mismo pueblo.
(En la imagen, en un cuadro que se encuentra en la sacristía de la Iglesia)
Este vecino nació en Ayoó el 20 de noviembre de 1888 y permaneció en el pueblo cultivando la tierra hasta que ingresó a los 25 años en el Convento Agustino de La Vid, en Burgos.
En los convulsos días de los inicios de la Guerra Civil, Luis Blanco se encontraba en Caudete (Albacete), en una Casa-Enfermería, junto a otros religiosos agustinos. Allí fueron encarcelados, el 23 de julio y trece días después, fueron asesinados en Fuente de la Higuera (Valencia) por un grupo de milicianos.
En la Iglesia de Ayoó está la pila bautismal en la que fue bautizado. En el año 2008 (creo) le fue rendido un homenaje al que acudieron varios de sus familiares y se descubrió esta placa:
Estas fotografías, de Pedro Gabriel Cortés, son de aquel día.
Como otros años, en el Santuario de la Virgen del Campo, en Rosinos, se celebrará una misa en la que se recordará a Fray Luis Blanco Alvarez y a los otros cuatro religiosos vidrialeses beatificados: José Gando Uña, de Villageriz; José Peque Iglesias, de Rosinos; Marcos Guerrero Prieto, de Fuentencalada y Pedro Simón Ferrero, del mismo pueblo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario