13 de julio de 2018

La Iglesia por dentro: El retablo


Fotografía antigua del retablo de la Iglesia que se expuso
en una de las muestras de fotografías de Perafondo.
El retablo es el elemento arquitectónico que se sitúa detrás del altar. Eso es lo que precisamente significa analizando sus palabras: etimológicamente, retablo viene de la palabra “retro” que significa detrás y de “tabula”, mesa, referida al altar. 




Pueden ser de madera, piedra, metal y sirve para exhibir pinturas, esculturas y otros elementos decorativos.

Los retablos suelen estar divididos en cuerpos que se encuentran separados entre sí, en sentido horizontal, por molduras. De forma vertical tambien se dividen a través de columnas o pilastras.


Estas son las características generales de un retablo, ya sea de una pequeña ermita, ya de una gran y ostentosa catedral. El retablo de la iglesia de Ayoó se ajusta perfectamente a esta caracterización: hecho en madera dorada y policromada, con tres cuerpos horizontales y tres calles verticales, separadas las primeros con molduras y las segundas con pilastras (columnas adosadas). 




El retablo es de 1818, según indica la inscripción que se asienta en la base (aquí el post en el que se detallaba) 





A lo largo de todos los artículos en los que hemos ido presentando a los santos del pueblo, hemos desgranado uno a uno a los protagonistas del retablo, así que hoy es como el día de la presentación en común. 

En el cuerpo inferior del retablo encontramos dos santos custodiando la parte central, una hornacina más grande, en la que está el sagrario que se utiliza en los oficios religiosos, sobre el que está ahora la pequeña figura de El Salvador y un pequeño crucifijo por encima. En la parte derecha está la casa (hueco en el que se coloca una pintura o escultura dentro del retablo) con la figura de San José y al otro lado, la Virgen del Carmen





Una de las cosas más curiosas que se ve en este retablo es la fila de adornos que está justo por encima de este primer cuerpo: el sol, la luna y el ojo que todo lo ve. De todo esto, debo decir, me enteré por un interesante artículo del blog “El Ti Joaquín” en el que recogía la presencia de estos tres elementos, muy relacionados los tres con la Masonería. 


En el medio del retablo está el Ojo que todo lo ve u Ojo de la providencia, interpretado como el símbolo de Dios mirando a la humanidad y relacionado con el Ojo de Ra u Ojo de Horus del antiguo Egipto. 


Como indica Joaquín en su blog, este símbolo, unido al sol y a la luna y con el triángulo invertido, con el lado hacia arriba y el vértice hacia abajo, está considerado como relacionado con la masonería. Algunas interpretaciones también señalan que el triángulo hacia abajo representa el agua y lo femenino. 



Según Joaquín, en el ratablo de Ayoó: Si esta figura es recta, apoyada sobre un lado, significa el principio, la omnipresencia, Él que lo ve todo; pero si aparece invertido sobre el vértice, entre el sol y la luna, es la Providencia, “la suprema sabiduría de Dios que rige el mundo y a los hombres y cuida de ellos”, es el Jesús omnipotente que todo lo puede mirando hacia abajo, a sus fieles cuando llenan los bancos de la iglesia. 

Por encima de toda esta simbología encontramos el cuerpo central. A la izquierda, la imagen de San Bernardino, en la hornacina central, El Salvador, el patrón de la Iglesia y a la derecha, San Antonio Abad





 El último cuerpo, el llamado ático, tiene la casa central con San Bartolomé, el patrón del pueblo, dos adornos en los laterales y unos ángeles de cuerpo completo. Encima del santo hay un adorno grande, como un escudo con una corona del que sale una cruz. Antes de ella hay un círculo negro que desconozco si alguna vez tuvo algún dibujo o imagen, como en otras partes de la iglesia (el símbolo de la inquisición en uno, una mitra obispal en otro), pero ahora al menos solo se ve negro. 


San Bartolomé con el demonio muerto a sus pies.

Fotografía tomada del Blog del Ti Joaquín, aquí.
Cuando en los años 90 se hizo el arreglo de la iglesia, tanto por dentro como por fuera, se quitó el estuco de las paredes y quedaron al aire unas pinturas detrás del retablo. Supongo que no se considerarían de valor porque se volvió a taparlas. Solo tengo una fotografía no muy buena de ellas, pero al menos queda constancia de ello. 



El retablo está decorado con todo tipo de motivos vegetales, columnas, angeles… es bastante barroco en su ornamentación. No sé si tendrá valor artístico como el de otros templos, pero sí merece la pena observarlo con detenimiento, en todos sus múltiples y pequeños detalles.







No hay comentarios: