PREGON DE LAS FIESTAS DE SAN BARTOLOMÉ
1995
Por D. CELEDONIO PÉREZ SÁNCHEZ
(Entonces, Redactor Jefe de La Opinión de Zamora)
Permitid por un momento, si gustáis,
la arrogancia de que oso al presentarme aquí, en este escenario ante
vosotros, moradores y moradoras de la Villa de Ayoó, a cantar, loar
y anunciar con el clarín quedo de la pluma y el verbo, las vuestras
fiestas de San Bartolomé. Os pido perdón por mi atrevimiento y me
encomiendo, para lavar mi culpa, a San Salvador que todo lo puede y a
los ermitaños y santos Genadio yArandiselo que purificaron con la
oración este bendito Valle de Vidriales desde el Monasterio de Ageo,
primer centro de espiritualidad de este privilegiado retazo de la
mágica piel de toro, que aún no se llamaba España.
En esta atalaya, es verdad, podríais
estar cada uno de vosotros pregonando y hablando seguido de los
magnos festejos que hoy alborean, con aquellos adjetivos de verdad
que dan las vivencias propias.
He de confesar, antes de seguir
adelante, que siento una satisfacción y un orgullo pleno de estar
aquí, en este pueblo, una villa típicamente mesetaria, pero a la
vez, espuma de altozano, guardián de vegas feraces que manan pan,
vino y productos hortícolas, atalaya de oasis y cobijo de la más
pura hidalguía castellana y leonesa. Satisfacción y orgullo que se
hinchan al estar junto a vosotros, gentes de bien y retina abierta,
que habéis abrazado la modernidad sin romper el cordón umbilical
que os une a vuestros ancestros, a la ruralidad y a las tradiciones.
Sé que lo hacéis, pero bueno es
recordarlo. Debéis presumir de ser vecinos de Ayoó allá donde
estéis. Hacerlo siempre y más en estos días en que la liturgia
lúdica que ahora saludamos os dan la capitalidad del Valle de
Vidriales. Esta presunción no es falsa altanería de gallo de
corral. Es consciencia de una historia, respeto debido a vuestros
antepasados, obligación moral con un devenir que bebe en las sombras
mágicas de la prehistoria.
Hallazgos de hachas y otros útiles
domésticos prueban que en vuestros genes purificados por el Almucera
hay vestigios del neolítico. Por estas tierras pasó el Gran Aníbal,
el cartaginés indomable. Aquí estuvieron asentados los vacceos y
más tarde, las legiones romanas que completaron la conquista de
Hispania siguiendo el itinerario 17 de los Antoninos que desde
Artúrica se dirigía a Brácara Augusta, y descansaba en Petavonium,
en el lugar de Sansueña.
Desde estas mágicas estribaciones de
las Carpurias, de Ayoó se iniciaba la conducción de agua que
abastecía la ciudad de Brácara Augusta. No podía ser de otro lugar
si no de este, paraíso de manantiales, que hoy sigue siendo un oasis
en esta reseca Castilla por las grandes urbes. Os queda la grandeza
que da la historia y la tradición, os queda la calidad de vida en el
campo, os queda vuestra dignidad y vuestras ganas de trabajar, os
quedan vuestras ricas tradiciones. Que nadie vea la botella medio
vacía y menos en estas fiestas.
Con este acto abrimos unos festejos que
se manifiestan en el pueblo desde siempre. Hay que honrara a San
Bartolomé, apóstol de Jesús, callado y paciente. Natanael de la
humildad, ejemplo de fe. Como moradores de pro de estas tierras
tenéis la obligación de gozar y disfrutar de estos días. Las
fiestas que hoy comienzan son el patrimonio que os une a vuestros
antepasados. Debéis ser conscientes de que vuestros padres, vuestros
abuelos, todas las gene3raciones que han vivido en Ayoó se han unido
en la ceremonia de la juerga, la liturgia de la diversión y la
parafernalia de la fiesta. Este sentimiento lúdico está, sin duda,
en el origen de la creatividad que siempre ha distinguido a las
gentes de este pueblo.
Niños, jóvenes, mayores, todos habéis
de estar en la calle en estos días, vivir la fiesta y disfrutar de
un sentimiento de distensión y amistad, San Bartolomé, sólo se
celebra una vez al año, sólo hay unas decenas de San Bartolomés a
lo largo de la vida. Por eso hay que aprovechar y sentir la
celebración en el ánimo del que se revitaliza, del que rejuvenece
su espíritu sondeando en los caminos del regocijo y el deleite.
El programa de actos es largo y
completo. Hay actividades para todos los paladares. Que os gusta
mover el cuerpo a son deportivo, pues hale, a escoger la actividad
más propia. Si el ánimo está por otro ritmo, no hay inconveniente:
orquestas a mansalva. No podéis olvidar que estáis obligados a
dejar bien alto el pabellón que vuestros antepasados supieron
ganarse en buena lid: el de ser excelentes bailarines, facultad que,
sin duda, muestran más espectacular mente vuestras mujeres, a la vez
que en belleza reconocida en todas partes.
Y ya, como no quiero que me echéis de
la tribuna a tomatazos, me voy en un segundo, no sin antes pediros
que os abracéis a la jarana, al cachondeo. Es tiempo de diversión y
de expresar la alegría de no poner límite al chiste y a la broma.,
Bebed limonada para calmar la sed y los malos pensamientos
¡¡Viva San Bartolomé!! ¡¡Viva
Ayoó!!
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