En la Iglesia del pueblo hay dos
grandes cruces que son un tanto especiales, son las llamadas cruces
de misiones. Una está dentro del templo, sobre la puerta de entrada. La otra, justo al otro lado, sobre la puerta pero en el exterior.
La cruz de misiones que está dentro del templo de Ayoó. |
Cruz de misiones en el pórtico de la Iglesia. Foto de Mari Gan, Ruta Arqueológica por los Valles de Zamora, grupo de Facebook. |
Hoy, miércoles de ceniza, inicio de la
Cuaresma católica, es un buen momento para hablar de ellas, ya que
su función era principal en esta época. Yo no sé mucho de estas
cosas, así que me remito a dos artículos del profesor Pérez Mencía en su
blog Patrimonio Popular, en los que explicaba detalladamente la
presencia de estas cruces en las iglesias de nuestros pueblos:
Durante el tiempo de la
Cuaresma solía haber lo que se conocía como ‘las misiones’, y
al finalizar éstas se celebraban las ‘confesiones generales’.
Todavía se pueden ver en pueblos de esta comarca grandes cruces en
las paredes de iglesias o pórticos, indicando días y año de la
celebración, así como los padres misioneros que las impartieron. La
verdad es que era una época propicia para ello, pues eran días en
los que casi todo giraba en torno a la iglesia y era el momento
apropiado para que los fieles cumpliesen con la ley eclesiástica
obligatoria de “confesar y comulgar una vez al año y, a ser
posible por Pascua Florida”.
Había misiones cada tres
o cuatro años y duraban varios días. En principio corrían a cargo
del clero regular: religiosos franciscanos, dominicos, agustinos u
otros. Más adelante los que platicaban y predicaban eran del clero
regular: sacerdotes especializados o ya con experiencia en este tipo
de actos. Se tratase de unos o de otros, a todos se les llamaba
misioneros y misiones lo que ellos realizaban. Solían acudir dos a
cada pueblo y entre ellos se repartían las distintas tareas.
Las
pláticas o charlas sobre el Evangelio, la vida cristiana y las
verdades eternas, corrían casi siempre a cargo de religiosos
dominicos, franciscanos, paúles, y otros, de lo cual se dejaba
constancia también en la cruz, además de la fecha y el lugar de
celebración de dichas misiones
A las misiones solía
acudir casi todo el pueblo, los mayores y también los niños, que
contaban con actos especiales. La iglesia se llenaba de gente que, en
silencio y con respeto, escuchaban al misionero las distintas
pláticas con las que les instruía sobre la doctrina cristiana y les
exhortaba a los actos de virtud.
Eran muy conocidos los
cánticos de misiones, en los que todos participaban cuando se
celebraban los diversos actos. Algunos decían así: “A misión os
llama, / errantes ovejas, / vuestra tierna Madre / la Pastora
excelsa”; Venid, fieles cristianos, / a las misiones, / donde
Cristo convierte / los corazones”… También se cantaban otros de
penitencia como: “Perdón, ¡Oh, Dios mío!...; Perdona a tu
pueblo, Señor…; Amante, Jesús mío…; Bendito, bendito…,
Véante mis ojos…; Dueño de mi vida…; ¡Oh, buen Jesús!...”etc.
Ya hemos apuntado al
principio que, como recuerdo de las misiones, se preparaba en el
pueblo una cruz, de madera y casi siempre pintada de negro, en la que
figuraba una inscripción, que informaba sobre el pueblo o ciudad, la
fecha de la misión, el lugar de la celebración y la congregación o
nombres del religioso o religiosos misioneros.
Suelen
ser todas de madera. A veces los extremos de sus brazos terminan de
forma distinta y como un adorno más de la misma.
Las
inscripciones y adornos realizados con pinturas, relieves u objetos
colocados sobre ellas, tienen que ver con la pasión y muerte de
Cristo, o con las verdades eternas (Muerte, Juicio, Infierno y
Gloria) y demás catequesis cristiana recibida durante las misiones.
Revisando
las cruces que hemos visto, en muchas de ellas se repiten las
siguientes inscripciones y símbolos:
-En
la parte superior del brazo central aparece I,N.R.I., que son las
letras iniciales de Iesus
Nazarenus Rex Iudeorum,
(Jesús Nazareno Rey de los Judios), inscripción sobre una tabla o
en el mismo palo de la Cruz, que fue colocada momentos después de la
crucifixión de Cristo.
-En
algunas vemos un corazón pintado, sobre él una pequeña cruz y
debajo tres clavos, alusiones evidentes a la pasión y crucifixión.
Las letras J. X. R son iniciales del nombre de Jesucristo en griego.
Debajo del corazón un cáliz, que recogería la sangre y agua que
brotaron después de la lanzada, cuando a Cristo le abrieron el pecho
con una lanza.
- A destacar también los dos palos o varas alargadas, cruzadas y apoyadas sobre el brazo central, que tienen algunas cruces. Una de ellas es o representa la lanza con la que, como he dicho, le abrieron el costado a Cristo, y del cual salió sangre y agua, según la cita evangélica. La otra vara tiene en el extremo una esponja con vinagre que le acercaron a la boca cuando Cristo dijo: "Tengo sed".
- En el brazo central de las cruces y en algunas también en los laterales, se suelen pintar o colocar en relieve, símbolos relacionados con la pasión de Cristo y su crucifixión. Concretamente vemos una escalera, utilizada cuando lo bajaron de la Cruz, el Descendimiento, para lo cual tuvieron que utilizar martillo y sobre todo tenazas para sacar los clavos. El martillo principalmente sería para clavarlo en la Cruz, que hicieron sobre el suelo.
Blogs del profesor Mencía, Patrimonio Popular de donde se han extraído estos textos. Tienen además, un montón de preciosas fotos de cruces de todo el valle.
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