Los huecos o mechinales a ambos lados de las entradas servían para dejar la vela o las lámparas de petróleo o aceite para bajar a la bodega. No estorbaba el paso, se podía localizar por el tacto en la pared al estar rehundido y a la altura de la mano permitía que la vista se adaptara a la oscuridad mientras se encendía. Ánimo.
2 comentarios:
¡Para que va a ser! ¡Para poner el contador de la luz, mujer!
Los huecos o mechinales a ambos lados de las entradas servían para dejar la vela o las lámparas de petróleo o aceite para bajar a la bodega. No estorbaba el paso, se podía localizar por el tacto en la pared al estar rehundido y a la altura de la mano permitía que la vista se adaptara a la oscuridad mientras se encendía.
Ánimo.
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