17 de junio de 2012

Palabrero ayoíno (20)

Aborrecer: Cuando una madre renuncia a su cría. Suele pasar con los conejos, que a veces las conejas pasaban de sus hijos hasta que estos morían. De pequeños nos decían que no los cogiéramos, cuando eran muy chiquitines, porque si no la coneja “los aborrecía”. En el Diccionario de la Rae aparece la palabra con esta misma acepción: aborrecer. (Del lat. abhorrescĕre). Dicho de algunos animales, y especialmente de las aves: Dejar o abandonar el nido, los huevos o las crías.



Chivitera: Pequeñas cuadras para meter a los chivos.
En la zona de Sayago hay unas construcciones tradicionales de piedra que también reciben ese nombre. Así la describen en la revista digital Argi: “Es un corral de cabritos al estilo tradicional en el que, hasta hace muy poco tiempo, se encerraba al rebaño para el ordeño, el amamantado o el encierro nocturno. Son pequeñas cabañas de piedra cubiertas con techos de escobas que se construían antiguamente dentro de los corrales para evitar daños por pisoteo de la manada o para proteger a los chivitos de posibles depredadores como el zorro. Pero, además, constituyen el lugar en el que el cabrero realizaba un gran número de actividades a lo largo del año, como ordeñar, amamantar, podar las encinas o elaborar quesos. Se llaman chiviteras, chiviteros o chiqueros”.






Desbarruncar: Caer la tierra cuando haces una zanja.




Esmundar: Mondar, pelar patatas o una fruta. Los niños, a la hora del recreo, corrían a casa a esmundar patatas y a atizar el pote... niños como mi madre, o Andrés Conejo o Feliciano, a los que recuerda muy bien mi padre. Si al volver quedaba tiempo, jugaban.


Farrapo: Cacho de trapo. Curiosamente es una palabra recogida en el Diccionario de la Academia. Si buscas Farrapo te lleva la definición a Harrapo y de aquí te envían a Arrapo, y aquí llega otro enlace, con Harapo y aquí estamos en la última palabra, andrajo, ya con definición completa: Pedazo o jirón de tela roto, viejo o sucio . En la historia de Brasil queda registrada una Guerra de los Farrapos, en el siglo XIX en la provincia de Río Grande del Sur.




Guarar: Cuando las gallinas se ponen encima de los huevos para que salgan los pollitos.



Repostero: El repostero es una tela de lino que se hacía para poner en el carro, por si caía grano y para evitar que se rompieran los sacos o también para recoger las habas. Había veces que se usaba como improvisada manta. En el Diccionario de la Academia no aparece repostero con esta acepción, pero si con otra en la que también se refiere a un paño, la tercera: Paño cuadrado o rectangular, con emblemas heráldicos. También se llama así a las telas con las que se engalan los balcones para ciertas celebraciones, como las procesiones de Semana Santa (ver aquí).


Torongollo: Cosa fuerte pero desastrosa.

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