Chivitera: Pequeñas cuadras para meter a los chivos.
En la zona de Sayago hay unas construcciones
tradicionales de piedra que también reciben ese nombre. Así la
describen en la revista digital Argi: “Es un corral de
cabritos al estilo tradicional en el que, hasta hace muy poco tiempo,
se encerraba al rebaño para el ordeño, el amamantado o el encierro
nocturno. Son pequeñas cabañas de piedra cubiertas con techos de
escobas que se construían antiguamente dentro de los corrales para
evitar daños por pisoteo de la manada o para proteger a los chivitos
de posibles depredadores como el zorro. Pero, además, constituyen el
lugar en el que el cabrero realizaba un gran número de actividades a
lo largo del año, como ordeñar, amamantar, podar las encinas o
elaborar quesos. Se llaman chiviteras, chiviteros o chiqueros”.
Desbarruncar: Caer la tierra cuando haces una zanja.
Esmundar: Mondar, pelar patatas o una fruta. Los niños, a la hora del recreo, corrían a casa a esmundar patatas y a atizar el pote... niños como mi madre, o Andrés Conejo o Feliciano, a los que recuerda muy bien mi padre. Si al volver quedaba tiempo, jugaban.
Farrapo: Cacho de trapo. Curiosamente es una palabra recogida en el Diccionario de la Academia. Si buscas Farrapo te lleva la definición a Harrapo y de aquí te envían a Arrapo, y aquí llega otro enlace, con Harapo y aquí estamos en la última palabra, andrajo, ya con definición completa: Pedazo o jirón de tela roto, viejo o sucio . En la historia de Brasil queda registrada una Guerra de los Farrapos, en el siglo XIX en la provincia de Río Grande del Sur.
Guarar: Cuando las gallinas se ponen encima de los huevos para que salgan los pollitos.
Repostero: El repostero es una tela de lino que se hacía para poner en el carro, por si caía grano y para evitar que se rompieran los sacos o también para recoger las habas. Había veces que se usaba como improvisada manta. En el Diccionario de la Academia no aparece repostero con esta acepción, pero si con otra en la que también se refiere a un paño, la tercera: Paño cuadrado o rectangular, con emblemas heráldicos. También se llama así a las telas con las que se engalan los balcones para ciertas celebraciones, como las procesiones de Semana Santa (ver aquí).
Torongollo: Cosa fuerte pero desastrosa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario