Otro de los juegos habituales de los niños de hace sesenta años era uno llamado “El pitón”. Es un juego de habilidad y coordinación ojo-mano. Se necesitan cinco piedras no muy grandes, como las que aparecen en la foto, en la mano de mi madre.
Una se tiraba a lo alto y antes de que esta cayera, se tenía que meter otra piedra por el hueco que formaba la otra mano (generalmente la izquierda, salvo zurdos), que se ponía como haciendo un puente, sobre el suelo.
Este era un juego de chicas y requería habilidad, coordinación y rapidez.
2 comentarios:
Mas o menos como a las tabas, digo yo ¿no?.
Por cierto ¿en qué estarían pensando nuestros mayores cuando ponían nombre a las cosas?, el coito, el pitón,... =).
Un saludo
Sí, parecido, pero con sus peculiaridades. Yo lo intenté y no me salía nada, jaja!!!!
Si, lo de los nombrecitos... tela!!!
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