22 de mayo de 2009

Palabrero ayoíno (1)

Siempre que voy al pueblo me asaltan palabras que únicamente escucho allí, esas que oía en boca de mis abuelos y que mis padres siguen diciendo. Palabras que me unen a Ayoó, que nos extrañaban cuando éramos pequeños y a las que ahora, de mayores, damos el valor que tienen. Por ello quiero ir recogiendo en pequeñas dosis alguno de estos términos. Unos son propios del campo, de Ayoó y de otros pueblos; otros, de la zona e incluso los habrá más caseros. No pretendo ser ni exhaustiva ni estudiosa de la lengua y si alguno de vosotros quiere colaborar, ya sabe, la puerta está abierta.



Térmano – Piedra, mojón o hito que marca la linde entre las tierras.




Linde – Límite entre una tierra y otra.

Cisco – Hollín. También se usa como sinónimo de "lío" (por ejemplo: "anda, que montó un cisco!!")

Me anota mi amigo Manolo, que no es correcta mi identificación de cisco con hollín (aunque en mi casa si suele decirse así y de ahí lo he sacado) y como él sabe mucho de esto, pongo su explicación: el cisco o picon, es el carbón que se hace del ramaje de los árboles y de las jaras. El hollín son los restos del humo que se pegan en las paredes de la chimenea y que cada cierto tiempo se limpia, lo que sale se denomina hollín. Dicho queda.

Meluya – Hierba que crece en las tierras que no se trabajan y que sirve para alimentar a los conejos.



Cocina de humo – La cocina con la chimenea. Antes era el lugar idóneo para ahumar los productos de la matanza.



Arigolero/a – Caprichoso. En mi caso me he llevado muchos "arigoleros" por lo especialita que era de pequeña con la comida.


Porros – Ramas pequeñas que se obtienen al podar las viñas y que sirven para avivar el fuego.



Espetar – Atravesar, clavar. Una de las frases que más recuerdo de mi abuela era la de “cuidao, que te espetas un porro”.

Caldero – Balde o cubo. Cuando no había neveras en el pueblo, se usaba un caldero con agua para enfriar las botellas de vino.


Herrada – Balde metálico.




Foto recogida en la web de Fuentelapeña (Zamora).

9 comentarios:

Triceratops dijo...

Juer, pues yo lo de espetarme un porro lo recuerdo de distinta manera (ups).

Un saludo

IRM dijo...

Ja ja... te aseguro que a mi me pasó lo contrario... cuando oí la palabra "porro" pensé en la leña de la lumbre de mi abuela, jaja... qué ilusa!!!!

Ay, este artículo no estaba aún para publicar, se me ha escapado... pero bueno, ya lo he rematado un poquito por aquí y por allá y puesto que él ha querido ver la luz, que así sea...
Se que hay alguien en el pueblo que tiene recogido un extenso léxico de palabras propias... pero hasta que decida terminarlo o al menos, dar a conocer lo que tiene recogido, aquí va esta modesta contribución.

Ana dijo...

Me suenan algunas de esas palabras....en mi pueblo también se usan, aunque algunas no las había oído nunca.
No se como he llegado hasta tu blog...me gusta, siento cercanos muchos temas de los que hablas.

Anónimo dijo...

Al ver este articulo pensaba insetar palabras de Aliste, pero lo mas seguro es que no las entiendas, aunque somos de la misma província, las palabras creo son diferentes, por ejemplo: La piedra clavada en el suelo que en Ayoó llamais "Térmano" en Aliste le decimos "Fincón"

Saludos. Gumaro

IRM dijo...

Tranquilo, Gumaro... seguro que alguna palabra es diferete y en otras encontramos la misma expresión, así que pon lo que quieras, faltaría más!!!

Triceratops dijo...

Una palabra que acabo de recordar, Se la decía mi abuela a mi abuelo cuando le haciamos caminar. Le decía "tú fito, fito".

Fito: Puntal. Tieso o erguido (nada que ver con la definición de la R.A.L.E.).

Un saludo

IRM dijo...

Te apunto la palabra para la segunda tanda!!! (a mi también me suena esa expresión)

Anónimo dijo...

esferente al significado de los vocablos que se utilizan en Ayoó,
lo mismo que con luego, ocurre con la palabra (aguanta) que en Ayoó se utliza para todo lo contrario del uso que le da la Real academia
Española.Pues ya veis,no es poco
aguantarme a mi este rollo,como
otros muchos.

Anónimo dijo...

En Ayoó, cuando alguién se hace daño suele decir me he mancado; o va al médico y le cuenta que se mancó; el médico lo mira de arriba a bajo y le dice: pues veo que no le falta a vd ningún miembro¡no! que estaba haciendo esto y lo otro y me manqué, el médico se da por vencido y le pregunta : haber, qué le duele?. Esta anécdota sucedió una vez a alguien en el pueblo.