19 de marzo de 2013

En un corral de Peñacabras...

Remedando a los Mecano, este artículo comienza con un "allí me cole y en tu corral me planté..." porque realmente entré en este lugar sin ser invitada. No sé de quién es, estaba un día paseando por Peñacabras, haciendo fotos y vi la puerta abierta y... ¡lo siento, no lo pude evitar, entre a cotillear! No toqué nada, solo hice fotos de algunas cosas que allí estaban, espero que su dueño/a no se me enfade.

Encontré un trillo...¡cuánto tiempo sin ver ni tocar uno!






Un viejo orinal...



Un carro...






Una limpiadora...
Una segadora...

Un pejo...



Y unas viejas puertas de madera...





¿Cómo iba a poder aguantar las ganas de entrar a echar un vistazo? Era un pequeño museo improvisado, trastos para algunos, un tesoro para otros. La puerta, por cierto, ahora ya está cerrada, ya no me puedo colar... salvo que me invite el amo ;)

1 comentario:

Gúmaro dijo...

Un montón de recuerdos, que quien los hemos utilizado permanecerán diariamente en nuestra mente hasta el fin de los días.

Un cordial saludo.
Gúmaro