22 de noviembre de 2011

La traída de agua

Ayoó tiene agua, fuentes y regueros, pero no siempre en el lugar adecuado. Por ello el agua tuvo que encauzarse para abastecer al pueblo y repartir grifos por las principales calles del casco urbano. Mi padre era un chaval cuando se realizó la obra, pero recuerda perfectamente cómo fue ese trabajo comunal, como ya se había hecho con la carretera hacía Santibáñez. Nos situamos en los años 50, sobre 1955 o el 57:


“Trabajaban todos los del pueblo, se repartían por grupos de vecinos. Nosotros trabajábamos en una zanja que nos metíamos a dos metros de altura, Tía Dorinda, Restituto, Tío Dionisio... La metida de agua la pagó el pueblo, aunque dieron algo de ayuda desde el gobierno”.


“Hicieron un pozo pequeño en Requeijo, por donde estaba el bar, hacia arriba. Se hacía un hoyo y se iba metiendo la tubería. La obra la dirigía un pocero que vino de Litos y al que todos llamábamos así, Litos. El agua del pozo se llevó a dar a las eras de arriba, por los omeros, por la vaquería de Ceferino y Amelia, a dar a la puerta del Ti Emiliano”.


A la izquierda, la fuente que hubo en la calle Guapín y a la derecha, la que había en la casa de Vicenta, en la calle Negrillos. Los restos de ambas aún se observan en las paredes.
"La fuente de la casa de la “Ti” Vicenta y la de la calle del Guapín, que pones en la foto nunca coexistieron. Inicialmente sólo hicieron la de la casa de Vicenta, con su pilo para beber los animales y todo. Lo que ocurrió fue que cuando pavimentaron la calle de los Negrillos la tiraron e hicieron una fuente en la calle del Guapín, que siguió varios años sin asfaltar,  apenas a unos metros. Esta fuente se hizo de forma provisional y se usó poco tiempo, porque en los años siguientes ya se puso el agua en las casas". (Nota de AMC en los comentarios de este artículo)



Y de ahí, el agua se repartía por fuentes de grifo por todo el pueblo: “Pusieron una fuente en la casa de Herminio, otra fuente de ladrillo, en esquina, en Peñacabras, en la puerta de Jesusa, la madre de Ramiro; otra en El Canto; otra en la casa de Vicenta y otra en la calle donde ahora está la Perapán, en la calle Casillas, en la casa de Monedero.Y las dos fuentes en la calle Guapín”.


“Las tuberías eran de uralita, de unos 4 o 5 centímetros de diámetro, y se rompían. Luego ya cogieron agua del pozo de Requeijo al pozo, la encañaron por ahí. Después la subieron al pozo de Peñacabras y más tarde hicieron una tubería nueva de plástico ya nueva, cuando yo ya estaba fuera (años 60). No ha hecho falta depósito, como en otros pueblos, porque el agua baja por su propio peso con fuerza desde Requeijo”.

2 comentarios:

AMC dijo...

Hola IRM.

La fuente de la casa de la “Ti” Vicenta y la de la calle del Guapín, que pones en la foto nunca coexistieron. Inicialmente sólo hicieron la de la casa de Vicenta, con su pilo para beber los animales y todo.
Lo que ocurrió fue que cuando pavimentaron la calle de los Negrillos la tiraron e hicieron una fuente en la calle del Guapín, que siguió varios años in asfaltar, a apenas unos metros. Esta fuente se hizo de forma provisional y se usó poco tiempo, porque en los años siguientes ya se puso el agua en las casas.

Esto debió ser el año 74 o 75, yo pasaba todos los días por los Negrillos para ir a la escuela y recuerdo dos cosas: que quedaba fascinado viendo las máquinas trabajar y que siempre llegaba con los pantalones llenos de barro.

Un saludo y perdona que siempre intervengo para corregir algo. Ten en cuenta que suelo leerte siempre, así que todo lo demás, será que me parece bien.

IRM dijo...

De pedir perdón, nada, faltaría más!!!! así queda mejor, completado y corregido. Yo sí me acordaba de esas dos fuentes, pero claro, no sé los detalles que tú recuerdas,que las tenías al lado. Yo me acuerdo de la acometida del agua a las casas, entre otras cosas, porque las tuberías apiladas en los laterales de la Iglesia fueron campo de juego y lectura para mi hermano y para mi.

Un saludo y encantada de que completes-corrijas lo que aquí se escribe cuando sea necesario!