4 de noviembre de 2010

Los primos






Más de cuarenta años separan estas dos fotografías tomadas en el mismo lugar: la esquina de la calle de la Iglesia y la calle Trascastillo, en la casa nunca habitada del Ti Benedito, frente a la casa de mis abuelos.



En la foto de arriba, con el suelo de polvo y piedras, zarzas y una acera de piedras que iba hasta el arco de la Iglesia, están mi primo Domingo con la chimbera, mi hermano Jesi en el medio y mi primo Manolo, ya más mayor, como lo prueba su pantalón largo.


Los tres compartieron juegos de pequeños y aún hoy, por supuesto, siguen ejerciendo de “primos”, algo que siempre ha tenido una gran importancia en nuestra casa. La familia de mi madre, por sus circunstancias, era pequeña así que los primos siempre fueron especiales para ella. La familia de mi padre, en cambio, era enorme. Mi abuela Menta tuvo seis hermanos más y algunos de ellos, a su vez, crearon una familia numerosa, así que los primos de mi padre eran más de medio pueblo.


En la casa de mis abuelos y aún mis padres hoy en día, se refieren a este o aquel con el “primo” delante: se habla de primo Manolo, prima Elisa, primo Felipe... La relación familiar ha continuado y ha marcado relaciones personales durante años y años.


Ahora, mis sobrinas (en la foto junto a Oier hace dos veranos, en el 2009, que en un año han cambiado mucho), me preguntan si tal o cual chaval es primo nuestro...y la mayor parte de las veces lo es, aunque sea en tercer o cuarto grado. Un nexo cada vez más tenue, aunque yo siempre pienso: a partir del bisabuelo o del tatarabuelo, nuestra historia es la misma. Y es que ser primo es algo importante.

2 comentarios:

AMC dijo...

No puedo estar más de acuerdo "prima".

Por cierto, seguro que ya los conoces, pero si necesitas saber quien era alguno de tus tatarabuelos, de los que tenemos en comun y de los que no, es posible que pueda ayudarte.
Un beso

IRM dijo...

Te acepto el ofrecimiento, "primo", que hacer el árbol genealógico de la familia lo tengo en "pendientes".