18 de noviembre de 2010

El horno de pan

Algunas casas de Ayoó conservan aún un tesoro que poco a poco se va perdiendo: los hornos de barro. Son construcciones redondeadas, hechas con adobes y barro, que aparecen a un lado de la casa, junto a las cocinas. Allí se cocía el pan de la familia.




Quedan ya muy poquitos, generalmente en casas viejas y abandonadas, pero este año tuve la oportunidad de ver uno por dentro y por fuera, con todo detalle y en una casa habitada. Es este, el horno que aún conservan en la casa de Antonio y Avelina, en la calle Palomares.



El horno lo han protegido con un pequeño tejadillo pero ya no está en uso y la vieja cocina sirve ahora de habitación de avantales en desuso. Aún así fue una gozada tocar el barro redondeado y pensar en todo el trajín que tuvo esa boca de horno.

Este, además, es una reconstrucción más pequeña, ya que los padres de Antonio, Fermín y Leonor, fueron panaderos y en el tiempo que hicieron pan tuvieron un horno mucho más grande, casi el doble que el actual, con esta boca que aún mantienen y que ahora, una vez rellenado y subido el piso de la cocina, ha quedado a la altura del suelo.



Tras abandonar el trabajo de panaderos, rehicieron el horno y lo dejaron tal y como se ve ahora.




Los hornos funcionaban así: se metía la leña y las urces para calentarlo al máximo. Después se limpiaba con una mundilla de felechos (helechos), como una escoba grande. Se mojaba para limpiar bien el horno. Con la pala de madera se recogían los restos. Una vez hecho esto, se metía el pan y se cocía. Se hacía pan cada 15 días, con harina de trigo.



Me resultó curioso el uso de felechos porque aunque es una planta que veo a diario por aquí, en el norte, en el pueblo apenas la recuerdo. Pero me asegura mi madre que antes había muchos, por el monte y que iban a buscarlos para esta tarea de limpiar el horno.

Lámina procedente de Castroviejo & al. (eds.), Flora iberica (Real Jardín Botánico). http://www.rjb.csic.es/floraiberica/ http://www.anthos.es

3 comentarios:

SACO DE MEMORIAS dijo...

Un bonito articulo de aquellos años , de autoabastecimiento, en el mundo rural, antes de que llegase la globalización de la comida basura, una cultura en peligro de extinción gracias por acercarnos la cultura de tu tierra.
SALUD

IRM dijo...

Gracias Navetu por tu curiosidad y por acercarte a nuestro pueblo. Un saludo.

Gúmaro dijo...

Aún recuerdo aquellas tardes con el pan recien echo en el horno, los hornazos, las patatas asadas, y cuando las gallinas ponían muchos huevos los bollos marimones...

Se decía in refran en Aliste: "El día que se amasa se harata la casa".

Eso en aquellos años en que el pan era un bien escaso en muchos hogares.

Gúmaro