Qué Ayoó es pueblo de aguas, manantiales y fuentes, es de todos sabido. Muchos de estos lugares los tengo visto, visitado, bebido y fotografiado, pero me faltaba una curiosa construcción que por fin vi este verano, durante un paseo que nos dimos mi hermano y yo, capitaneados por mi madre, hasta Valdomengo (y más lejos que llegamos, ya lo contaré!!). Son “los pozos de Ñures” (así conocidos, con el mote que tenía el padrastro de mi madre), que se encuentran en La Carva, en un terreno cercano al camino pero un tanto escondido ahora, entre matorrales y chopos.
Son dos pozos de bastante profundidad y anchura, recubiertos de ladrillo y bloques, de unos dos metros de diámetro y bien surtidos de agua. Se hayan uno al lado del otro y aunque su misión era regar esas tierras, hace años se hicieron tristes protagonistas cuando un vecino del pueblo, víctima al parecer de una profunda depresión tras la muerte de su esposa, se tiró a ahogar en uno de ellos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario