28 de mayo de 2010

Avantales. Año II



Cuando decidí que quería hacer un blog tenía en la cabeza qué quería plasmar, qué temas podía tratar y busqué y me asesoré para encontrar un armazón tecnológico no demasiado complicado para mis limitados saberes. Y me faltaba un nombre... busqué algo relacionado con el pueblo y en mi cabeza quedaron dos palabras que siempre me habían gustado: atopos y avantales. La primera con una frase clásica de mi casa (y de alguna juerga que en ella ha habido), el “madrica, qué atopos”. Pero al final me incliné por la sonoridad de la segunda. Avantales, en plural, es una expresión muy de mi madre y quiere decir algo así como “vaya pintas”.


Avantal, con uve y en singular, aparece en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua: es una forma de decir “delantal” (avantal nos lleva a devantal y esta a delantal).


En muchos pueblos de nuestros alrededores, avantal es una faltriquera, un pequeño bolso que se lleva medio escondido entre la ropa (web Tierra del Pan) y en el traje carbajalino Bantal o avantal es una pieza escondida ya que se lleva situada entre el Manteo y el Mandil. Era una especie de bolso para guardar el pañuelo moquero, las llaves de la casa o el dinero.


Avantales en Sudamérica creo que viene a ser algo así como complementos tecnológicos, es decir, todos aquellos cachivaches de microchip más allá del móvil. Y Abantal, con b, se llama al mandil que utilizan las logias masónicas. Y con acento andaluz, es un restaurante sevillano bastante chic, de cocina andaluza contemporánea, con una estrella Michelín.

2 comentarios:

AMC dijo...

Feliz cumple para Avantales.

Te seguiré leyendo y a veces hasta haré comentarios.

Un beso.

IRM dijo...

Gracias, guapo :)

Sé que puedes aportar mucho, así que cuando quieras, ya sabes... teclado y adelante!!