En abril se empezaba a arar para poder
sembrar un poco más tarde. Uno araba y dos rompían los terrones (de
ahí lo de destripaterrones...) para poder ralvar después.
Se tardaba mucho, se hacía en un mes
lo que ahora se hace en un día. Y se peleaba hasta el último
centímetro de tierra. Como recuerdan en casa “había muchas
disputas por un cuarto de tierra, mirando el térmano, con demandas
ante el juez y todo”.
También en estos días se llevaba el
abono a las tierras.
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Rosi y familia abonando una finca en El Caño. |
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Alfalfa |
Se preparaba el forraje, se sembraba en
los huertos la alfalfa, el trigo, el centeno,... para segarlo en
verde. Otro forraje eran el ballico, el jolio, de los que ya hablamos
en este otro artículo. En el pueblo, ya lo sabemos, no se
desperdicia nada. Para preparar el jolio se escogía entre el trigo,
se tomaba una manada (manojo) gordo y se ataba con el propio trigo,
se ponía en un bolo y se le quitaba la raíz, que se echaba para
abono y la otra parte para la hacienda.
Ambas, tanto el ballico como el jolio, eran muy buenas para los
animales, sobretodo para las ovejas.
También siguen los trabajos en las
viñas, abonar, envenenar, injertar...
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Mi padre injertando una viña. |
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