Las máquinas de limpiar el cereal o aventadoras hace tiempo que desaparecieron del campo de Ayoó. La mayoría han sido ya desmontadas, desvencijadas por el tiempo y han desaparecido, pero aún queda alguna que otra en bastante buen estado.
Esta que presento ahora la encontré en las huertas traseras de las casas de las Escuelas y según me dijeron en casa es de un primo de mi padre, Laudelino. Es una máquina metálica, imagino que de las últimas que se usaron, con listones de madera que aún conservan su color verde-azulado. No durará mucho a la intemperie así que si pasais por allí echadle un ojo porque es una preciosidad (y más si se mira con la luz del atardecer, como en estas imágenes).
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