Una historia más de cómo se buscaba mi abuelo la vida en los duros años cuarenta...
Mi padre recuerda que cuando él era bien pequeño, como de la edad de mi hijo ahora, unos cuatro o cinco años, mi abuelo había comprado patatas, alubias... Y vino un camión del Ejército, camión de gasógeno, no había ni gasoil y se movían con este invento(1).
El teniente tenía trato con mi abuelo, que había preparado un cargamento. Mi abuela había amasado dos o tres veces al día un montón de hogazas de pan, pan del que dijo el militar “de este pan que ha amasado tu mujer come Franco”.
Todo lo que tenía recogido lo llevaban de extranjis al camión, que iba directo a la intendencia del Ejército. Pero incluso así, tenían que andar con cuidado de que no les pillará el temible Delegado de Hacienda, Sebastián. “Si viene, Teófilo -le dijo el teniente- no te preocupes que yo no te delato, le digo que me he encontrado todo eso ahí y ya está, no digo que me lo has pasado tu”.
(1) El gasógeno es un artilugio “popular” en épocas de gran escasez que premite hacer funcionar los camiones quemando cualquier desecho en lugar de gasolina. Es obvio que no fue inventado con el ecológico propósito de usar recursos renovables, si no como herramienta imprescindible en épocas de racionamiento de gasolina. Sin embargo, este olvidado invento premitió que la España de la postguerra -y la Francia ocupada, Italia, Alemania... - siguiesen en marcha.(Genealogía de los camiones)
Durante toda la década de los años cuarenta se modificaran infinidad de vehículos para circular con este sistema: desde autocares, hasta automóviles, camiones e incluso tractores y alguna motocicleta. En los camiones y autocares las calderas y depósitos se acoplaban mejor, por su mayor espacio disponible, aunque en algunos automóviles todo el sistema se instalaba en un remolque.
El sistema cuenta con una tecnología muy sencilla. Al quemar de forma parcial madera, carbón, o incluso acetileno, se generan diversos gases, entre ellos monóxido de carbono, un gas que dispone de cierto poder calorífico, y con una pequeña modificación en los motores de gasolina permitía mover el vehículo. (Gasógeno, circular sin gasolina. Francisco Díaz)
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