3 de febrero de 2021

Ribera santibañesa del Tera (1)



Este pasado mes de julio, cuando estuvimos de vacaciones en Ayoó, nos acercamos a Santibáñez de Tera a hacer una ruta que rodea las orillas del Tera. Es uno de los paseos más bonitos que he hecho últimamente. Sencillo, prácticamente plano (la única dificultad es una parte que se encontraba encharcada), por senderos que se internan entre árboles bellísimos, pasando por un molino, una cascada, un pequeña central hidroeléctrica, los campos de girasoles... una gozada vaya. Oficialmente se llama Ruta santibañesa del Tera y es una ruta reconocida y marcada como la SL - ZA 6.

Además de por su belleza, este paseo destaca porque lo han puesto en marcha un grupo de vecinos del pueblo, trabajando tanto en lo físico (limpiando y desbrozando, acondicionando, pintando, colocando asientos...) como en lo burocrático (conseguir ayudas, reconocimiento oficial de la ruta,...).


Realmente quedé encantada del paseo me pareció precioso y es por ello que lo iré desgranando a través de varios artículos, porque es mucha la información y muchas las fotos que fui haciendo ese día. 


El camino comienza yendo hacía las tierras de labor que están a la derecha del pueblo, paralelo a la carretera. Allí, desde un sendero muy cercano al puente sobre el Tera se entra ya en un frescor de árboles y plantas. 


El Puente de cinco arcos escarzanos (escarzano es un tipo de arco en arquitectura, un arco menor que la circunferencia del mismo radio), nos mira desde el Tera mientras bajamos por escaleras excavadas en el barro y pasamos después un puentecillo de madera. 




Un gran árbol nos recibe con un cartel en su tronco que nos anima a abrazarlo. Allí vamos por un sendero precioso con árboles retorcidos que nos salen al encuentro y otros que se lanzan sobre el Tera.






En esta zona encontramos el segundo cartel de la ruta, en el que se nos indica que por allí estuvo, en tiempos, la Barca del concejo que desde el medievo hasta mediados del s.XIX unía las dos orillas del río. Se arrendaban cada año al mejor postor y servían para pasar personas, animales e incluso carros.


También se cuenta que por esa lugar terminó haciéndose un puente de madera, pero con las crecidas, se lo llevaban las aguas. Así, entre Santibáñez y Sitrama acordaron hacer un puente más fuerte, con pilares de piedra y para ello se contrató a un maestro constructor gallego. 

En la zona nos encontramos también con un manantial en esta zona llamada Las Pozas, uno de los muchos que había antaño y donde las mujeres iban a lavar la ropa. 



El siguiente tramo al que llegamos es la zona en la que han decorado los árboles, pintando escenas del pueblo, personajes, animales o simplemente colores.













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