7 de noviembre de 2018

Cómo matar a un árbol...

Castañal seca en Peñacabras.


Los árboles son hermosos cuando están llenos de vida, pero también cuando ya han muerto. Tienen una belleza bella, triste y serena.


Gran árbol en Congosta.


Tronco en Trapeñacabras.

Los árboles mueren y a los árboles les matamos... de todo hay y variado he encontrado en Ayoó, lo suficiente para hacer un repaso de árboles heridos y muertos.


Castañal seca junto al pilo de Peñacabras.


Otra castañal muerta en Peñacabras.

Arboles en el Tiar.

Los árboles mueren por una enfermedad, como la grafiosis que casi ha terminado con nuestros negrillos o el fuego bacteriano del que hablábamos y que mata las perales y otras frutales o un hongo que los deshace por dentro...


Peral totalmente seca en la zona de las Suertes.

Arbol enfermo en El Coito.
Los mata un rayo... o casi. La castañal de la foto está partida a la mitad y a medias viva y a medias muerta.



Viene el corzo y se jama los brotes... esta es una pequeña manzanal nuestra en una tierra detrás de Requeijo... sobrevivió a duras penas.



El fuego, intencionado o accidental.


Arboles muertos tras un incendio en la Peña San Mamés.

Y muchas veces, demasiadas, los árboles caen por la mano del hombre...

Encina que estaba a un lado del camino de entrada a Requeijo y que, al parecer, cortó el de una cosechadora para poder pasar bien (pasar por un sitio por el que él no tenía por qué hacerlo, pero bueno).

Mimosa que estaba bien hermosa hasta que un día apareció tronzada (foto de abajo).


Aqui había unos hermosos chopos, pero demasiado cerca de la nave. Creo que los cortaron por problemas con las raíces y las ramas.
El superviviente: este otro chopo de la zona de Prapalacio fue atacado para, según me contaron, intentar secarlo. Al final lo cortaron a medias y del trozo de tronco que aún queda en pie, han nacido un montón de ramas nuevas con mucha vida.


Ramas sobre el tronco superviviente y abajo, el trozo muerto 


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