Hoy, 25 de Noviembre, es el Día internacional en contra de la violencia que se ejerce sobre las mujeres. En el pueblo, en una sociedad bastante tradicional, también se han dado, evidentemente, casos de hombres que tenían la mano larga con las mujeres que tenían a su alrededor, esposas, hijas, madres... aunque, la verdad, no tanto como pudiera pensarse. Creo que las mujeres de estos pueblos han sido duras, trabajadoras y, al menos por lo que he visto en mi familia, tenían voz y voto en las decisiones que se tomaban en la casa.
Pero en relación a este día que hoy se reivindica, recuerdo una anécdota que me contó mi padre. Mi abuela venía de una familia con muchas mujeres, eran siete hermanas y un solo chico. Una de estas hermanas tenía un marido que en ocasiones se ponía bastante violento con ella. Así se enteraron de que la había pegado y se hizo consejo de familia. Mi abuelo Teófilo avisó a otros dos cuñados y se acercaron a la casa. Cercaron al cuñado maltratador y le dieron un buen repaso verbal, amenazándole con darle una tunda si se volvía a repetir lo de pegar a su mujer. Santo remedio. Nunca más volvió a levantarle la mano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario