Ya que estamos, vamos a dar ese paseo, que es bastante sencillo hasta su tramo final en el que la cosa se complicó y terminamos a lo Bear Grylls...
Cogimos camino a la Peña yendo por la parte trasera del cementerio...
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Aún se ven los árboles quemados en un incendio de la zona. |
Llegamos hasta las cercanías del punto geodésico y tras dar buena cuenta de las viandas que llevábamos (pan, chorizo, fruta y varias bolsas de pipas), algunos se aventuraron hasta la construcción...
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Mi hermano encaramado a la punta de la torre del vértice geodésico. |
Seguimos camino y nos topamos con una pared de peñas... tras mirar las alternativas, volver sobre nuestros pasos o intentar encontrar un camino entre los peñascos, optamos por la segunda opción y con muuuuuucho cuidado nos deslizamos entre las grandes piedras.
A la mitad de la bajada de las peñas nos encontramos con el mencionado dolmen, o al menos, una construcción de piedras que nos dejó boquiabiertos.
Una vez bajamos las peñas, llegamos a un cortafuegos que llega hasta la carretera, un poco más abajo de la ermita de San Mamés, y desde allí cogimos de nuevo una vuelta a la zona trasera del cementerio, por el camino del Requejino, del que ya puse un artículo y que os recomendé pasear.
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Antigua colmena hecha en un pedazo de tronco hueco. |
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El abrevadero de la fuente de San Mamés completamente invadido por la maleza. |
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La fuente también está en un estado lamentable, llena de hierba, barro y con apenas un hilito de agua. |
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