8 de junio de 2013

Paseo por el camino al Requejino

 
Ahora que por fin asoma el buen tiempo, que ya le ha costado, os traigo unas fotos del pasado verano con un paseo estupendísimo para hacer en las mañanas o en las tardes de verano, cuando ya afloja el sol. Es el llamado Camino al Requejino, que va desde detrás del cementerio hacia la Peña San Mamés, hasta cerca de la ermita. Un camino de tierra, pero en buenas condiciones para andar y que está rodeado en su parte final por un preciosa arboleda con especies de todo tipo, biodiversidad en versión ayoína.
 
Viniendo desde el cementerio no hay sombra (de ahí que recomiende ir cuando no aprieta el sol), pero se ven unas preciosas vistas del pueblo, con la Iglesia en primer plano. Muy recomendable, como digo y para que me creáis, os dejo unas fotitos que hice.
 
 

Este es el final del camino (o el principio), la parte que está más cerca de San Mamés.



Hilera de pinos.

Pinos aun lado, un roble al otro, compitiendo por ver cuál es más frondoso y alto.


Según nos vamos acercando a la cueva de Celso, vemos una bonita perspectiva de Ayoó
asentado sobre la loma de Peñacabras.




Estos son algunos de los árboles y plantas que podemos encontrarnos en el camino:

Chopo, pino,bambú y sauce. Uno detrás del otro.

Robles y encinas en una maraña bastante tupida.

 
Jóvenes chopos.
A un lado del camino, tras unas frutales, encontramos colmenas.
Pino de copa redonda.
Y el bambú, planta exótica pero que se ha aclimatado bien al pueblo, como se ve.
Necesita mucha humedad y precisamente ahí donde crece había agua como de un pozo.
Frutales bien cuidadas.
Detalle del bambú.
Pequeña mariposa que el zoom de mi cámara no pilló bien.
El sauce llorón.
Viñas y muy bien cuidadas, por cierto.
Gran roble.
La flor de la jara.
Una gran rama rota en uno de los pinos del paseo.
Pellizos de castaño.
Alfombra de flores de las castañales que también hay.
Castañal.
Vista del pueblo tras unas frutales.
Cartel en una finca de cereal.
Una vez acabada la parte arbolada del camino nos encontramos con la solitaria cueva de Celso, el panadero. Olegario me contó que allí tuvo lugar un suceso, hace años, cuando se cayó parte de la cueva y a punto estuvieron las piedras y el barro de atrapar a una mujer, supongo que madre o abuela de Celso, que salió ilesa y viva por los poco.
Moderna zarcera en la cueva.
Y peculiar zona de picnic con mesa fija y troncos de asiento.



3 comentarios:

Cisimo dijo...

En los pueblos tenemos un gran tesoro, que los que vivimos todo el año aquí, no lo sabemos apreciar.
Enormes zonas naturales para pasear y sobre todo, tranquilidad.

fermin dijo...

Hola isabel: el árbol que tu crees que es una encina es un castaño, o dicho como en Ayoo una castañal.

IRM dijo...

Ay, anda que he visto yo bien, gracias Fermín!!! Lo corrijo!!!