Esto de las redes sociales tiene muchas
aplicaciones. “Hablas” con gente a la que no tienes cerca,
pierdes el tiempo picando de una página a otra, aprendes más sobre
tus aficiones y también resuelves dudas. Yo misma he planteado
varias y me las han solventado dándome un montón de datos útiles y
curiosos. He utilizado el facebok y los grupos tanto de Ayoó como de
Santibáñez en los que participo.
Estas son las dudas que me han
aclarado:
Esta planta de flores amarillas, tan
presente en el pueblo, sobretodo en Peñacabras y cuyo nombre no me
acababa de salir. Pregunté y me dieron todo tipo de datos: Su
nombre, se llama carqueixa (genista tridentatum), aunque también era
conocida, por la forma de sus flores como “zapatitos del niño
Jesús”. Eran plantas que se usaban para encender la lumbre en
invierno y también son muy apreciadas por las abejas para recoger el
polen de sus flores.
Buscando más información sobre ella,
leo otros usos, incluidos los medicinales:
Para encender el fuego o calentar el horno, para conservar los chorizos que tras el ahumado se depositaban sobre carqueixas o en aceite, como abono, estiércol, como alimento del ganado o ya seca, a modo de estropajo, para limpiar potes de hierro y loza de madera.
Como planta medicinal se toma en
diversas formas, como jarabe para purificar la sangre y como
diurético contra la gota. Sus flores se usan para combatir catarros
y bronquitis.
Más sobre la carqueixa:
En el foro de Santibáñez recordaban esta pieza en la que el niño andaba de acá para allá y creen que se le llamaba carretón o corretón. También alguno hacia memoria y sabía que estos (los tacataca redondos) los habían visto en su casa, los tacataca sin ruedas.
Gemma Centeno identificó esta silla
infantil como un “bricio”. Y las antiguas tronas, una con baño
incorporado (el agujero para el culete) y la otra el “cajón”
para tener allí al pequeño.
Por cierto, después de haber hecho
este artículo encontré una interesante página de los Fondos
Etnográficos de Caja España en la que se hacía un repaso a estos
muebles infantiles. Se puede ver aquí:
http://www.saber.es/web/biblioteca/libros/el-mueble-en-la-tradicion-rural/html/t05.htm
Y la tercera duda era sobre esta planta.
La encontré en verano junto al puentecillo que hay antes de llegar al cementerio. A mi me parecía una alcachofa gigantesca, no por lo alto, pero si por la flor, que alguna vez mi madre dejó la alcachofa florecer y se hace muy vistosa y alta, con un fuerte color violeta. Pero esta era hasta demasiado grande. Pregunté en el grupo de Ayoó y me dijeron que era un cardo normal, que era un cardo de comer y esta segunda opción parece ser la correcta.
Marian, la hija de Matías y Eufemia, se molestó en ir a verla y hasta preguntó a la dueña del terreno, que por allí andaba. Así me lo contó Marian: “Tuve la suerte de encontrar a los dueños allí, la mujer me explicó que eran otra variedad, me dijo hasta el nombre, pero no lo recuerdo, al parecer la alcachofa es más pequeña, pero las ramas tiernas peladas es lo que se conoce como “cardo”, del de comer”. Así que, por lo visto, es un cardo de comer, de los que típicamente navarros, pero esta vez en Zamora.
Esta es la planta de la alcachofa, muy similar al cardo pero con hojas más estrechas. Foto Marian (la alcachofa es de su huerta) |
Este es el mismo cardo que yo fotografié, pero unos meses después, así que los tallos altos ya se los habían cortado. Foto Marian |
Foto Marian (la Iglesia, su hija Judith y su coche, de fondo). |
Aquí, más datos sobre el cardo de comer, cardo de huerta o alcachofilla: http://gerenaviva.blogspot.com.es/2010/07/alcachofilla.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario