En
una boda era y es fundamental la comida. Y en casa tuve muy cerca a
los protagonistas de este apartado en las bodas de Ayoó y comarca
durante años y años: mis tíos Ismael y Dorinda, hermana de mi
padre.
Tío Ismael y tía Dorinda en su lugar de trabajo, en una cocina, con las grandes cazuelas de "priyuela" sobre el fuego. La foto fue expuesta este verano por la Asociación Perafondo. |
Mi
tío, siempre comediante como le ha gustado ser, tiene un romance
sobre su propia vida, escrito, creo, por un sobrino. Este es el trozo
dedicado a su época de cocinero.
Tres
día de boda,
para
200 y 300 personas
en
aquellas cocinas de humo
con
aquellas grandes paelleras
aquellas
grandes cazuelas de pereruela
aquelllas
artesas de madera
donde
adobábamos las carnes
de
aquellas jóvenes terneras.
25
años haciendo bodas
25
bodas de ilusión
Aquella
madre nos dejó
Hicimos
cientos de bodas
en
muchos pueblos de esta región
Bautizos,
comuniones,
toda
clase de farras
y
de todas ellas salimos
sin
ningún problema.
Alegres,
contentos y con fama.
Solo
en este pueblo hicimos 118, aquí, en los 25 años,
sin
haber congeladores
ni
neveras
Jamás
tuvieron que intervenir
ni
médicos ni hospitales
por
haber salido una sola comida mala.
Mis
amigos,
termino
como empecé.
Carabinero
mi padre, carabinero su abieñp
y
yo como soy su hijo...
¡Vivan
los carabineros!
“Antiguamente
todo estaba sano, el pulpo de media cura, aquel, ya no hay ahora
pulpo como aquel... las terneras de leche, mamaban dos meses no
llegaba... tiernines los filetes. Y todo, todo lo del primer día lo
juntábamos para aquellas despensas que juntaba la gente todo lo de
la matanza y el último día todo lo juntábamos, se comía y nunca
nunca hizo daño la comida, nunca! Ay amiga, pero todo era sano”,
recuerda mi tío.
Mi tío, este verano, con más de ochenta años, cuerpo fastidiado, mente lúcida. |
“La
primera boda que hicimos fue la de Ramiro y Marina, en esa casa de
bajo, de prima Angelina, la de Ezequiel, enfrente de Eusebio. Y la
segunda de un hijo que es maestro y ella maestra, hijo de Don Felipe
el maestro...¿Y la última? Uy de mi, ya no me acuerdo... cientos,
cientos de bodas hicimos en toda la región”.
1 comentario:
Jeje, muy bonito el romance. Está escrito con mucho talento y se ve que sele de dentro del protagonista. Gracias por compartirlo y gracias a él por tantos años trabajando para bodas ;)
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