20 de diciembre de 2011

Don Ezequiel



Los párrocos en Ayoó siempre han tenido una gran influencia en la vida del pueblo, no en vano, hasta hace no tantos años, la religión marcaba la vida social, las costumbres, las relaciones y el cura era un ser todopoderoso con mando sobre la vida de todos los habitantes. Los sacerdotes de los que aún se mantiene memoria viva son Don Ezequiel, Don Eleuterio, Don Aquilino, Don José Manuel, Don Víctor, que recientemente marchó a ocupar un cargo en el Obispado de Astorga y que ha sido sustituido por D. Miguel, el cura que oficia también en Santibáñez.


Uno de los más recordados, para bien y para mal, es Don Ezequiel. Ezequiel Ferreras Uña fue párroco de Ayoó en la década de los años 30, 40 Y 50. Su madre, doña Ana, era de Ayoó (“una muy buena mujer” me cuenta Alberto Alonso) y su padre era de Brime de Sog y había muerto mucho antes de que viniera aquí. En Ayoó vivió con su madre, hasta que murió y con Manuela, su sobrina, que era la que se encargaba de cuidarle a él y la casa.


Tumba de Don Ezequiel en el cementerio de Ayoó.

Propiedad de Manuela Carbajo.
Aquí yace Manuela Carbajo Ferrero.
19 de Junio de 1908 - 11 de Septiembre de 1988

El Reverendo Señor D. Ezequiel Ferreras Uña
Párroco que fue de este pueblo
Falleció el 12 de Noviembre de 1959
a los 81 años
Y su madre
Dª Juana Uña Ferrero
Falleció el 22 de Enero de 1935
a los 93 años

A Don Ezequiel se le recuerda por su mano dura, aunque también se le reconocen sus méritos y buenas obras, quizás la más importante, haber evitado que ningún simpatizante de izquierda fuera “paseado” en Ayoó. Así me lo contó mi madre, me lo contó mi padre y me lo contó, con una tremenda anécdota que escribiré más adelante, Alberto Alonso, que fue monaguillo con él durante muchos años. Como dice Alberto, “Don Ezequiel fue muy bueno para el pueblo, pero quería que todo el mundo fuera a misa y que hicieran lo que él dijera, era ordeno y mando”.


Mi padre me dice que “don Ezequiel solo se preocupaba de que supiéramos el catecismo. Te hacía ir a confesar en Cuaresma, y a comulgar, que iban los curas de San Pedro, de Santibáñez, de Fuentencalada. Hacía misa y pasaba lista el sacristán”.


Y si uno no había ido a esa misa o no había dado el cuartal al cura, tenía sus consecuencias: “Si no estabas en la lista del sacristán no te dejaba ser padrino en un bautizo”, cuenta mi padre, mientras Alberto ponía otro ejemplo: “Cuando hacía los proclamos, el aviso cuando uno se iba a casar, si uno no se había confesado o no le había dado el cuartal, se lo pedía, "tú no me has dado el cuartal, me tienes que dar cuatro pesetas y no dos, no pasaba una". Y cuenta está anécdota que lo ejemplifica: “El ti Jesús iba a la puerta de la misa ya que allí, una vez que terminaba, el alcalde daba las noticias que fueran de interés para el pueblo. Cuando fueron a aproclamarse a ti Dionisio no le cobró, pero al ti Jesús le cobró dos pesetas porque no me has dado el cuartal y no vienes a misa. El quería que todos fueran muy catolicones y estuviera a lo que él decía”.


“Pero en el trato era buena persona, dominador sí, pero buena persona”, recuerda Alberto, que fue monaguillo de Don Ezequiel desde crío hasta que se fue al Servicio Militar, momento en el que se enmarca está anécdota que me contó: “Las 50 primeras pesetas (en papel) que vi yo me las dio él cuando me fui a la mili. Me dice mi madre, mira, que vino Manuela (sobrina del cura) a llamarte. Yo iba los domingos de monaguillo, pero a la misa diaria iban mis hermanos Felipe y Guillermo. Yo iba con miedo, ay madre, qué habré hecho. Ellos estaban ahí, en una cocina de humo. Estaba Don Ezequiel sin sotana, con un jersey que le había hecho Manuela. Me dijo mañana te vas y no me venías a ver. Qué Dios te guie por buen camino y no salgas del carril. Y toma, para que te acuerdes de mi, toma cincuenta pesetas. Se lo enseñé a mi padre y le pareció mucho y quería que se lo devolviese, pero al final me dejó quedarme con el dinero”.


Otra anécdota de Alberto refuerza su idea de que si quería, don Ezequiel podía ser compasivo y echar una mano. Vine con dos meses (ver este otro artículo sobre Alberto y se sabrá por qué fue el permiso). "El día de ir fue peor que la primera vez, con un miedo... fue el 5 de febrero de 1948. Cuando estaba allí me llamó el brigada, Carbajo y yo con el traje de paseo, que fui a casa de Pilar, la de Feliciano, que su padrey su tío tenían allí un bar, en Medina. Pués me llama el brigada, me saluda y me dice, ¿ya te han avisado?, de qué, dije yo; que te espera tu amigo el cura (Don Antonio Rodríguez) el pater. Fui y me preguntó si yo quería ser su asistente, que tenía que llevarle el pan y la leche a su casa y hacer algún otro recado más, cosa fácil. Yo siempre pienso que eso fue cosa de Don Ezequiel, que entre los siete que fuimos, ¡yo era el más borrego!"

Otros artículos donde se cita a don Ezequiel:
Nacida en el año de la guerra
Ofrendas
Las caganers
¿Quién es Dios?
Don José, el practicante

2 comentarios:

Moratones dijo...

Quiero aportar, algo a don Ezequiel, yo también fui monaguillo de el, poco, recuerdo que lo que tenia que aprender y decir en la misa era en latín, ni lo entendía ni lo aprendía, cuando tenia que decir algo y era largo, no hacia mas que ruido con la boca, pero un día me dijo que le dijera, las frases que tenia que contestar y allí cai con el equipo, me tubo estudiando hasta que lo aprendí.
Otra que recuerdo, algo fue en una novena, después del rosario el desde el púlpito, tomaba el catecismo,a uno le pregunto que quien era dios y este que no sabia el catecismo y tardaba, alguno le dijo por lo bajo,"Teofilo Risco" "carcajadas" el bajo del púlpito y le dio una bofetada.
Don Ezequiel era tío de mi padre, como lo era Don Fermin, dos personas que dejaron huella en Ayoo. Descanse en paz

IRM dijo...

Gracias por la anécdota y al apunte. Lo de Quién es dios lo conté en un artículo que está señalado al final del artículo y lo conozco bien poruqe el protagonista fue mi abuelo, Riesco, no nos quites una e!!!! De Don Fermín conté algo aquí http://elblogdeayoo.blogspot.com/2010/07/medicos-y-enfermos-1.html y creo que alguna otra vez se ha asomado por aquí

Gracias por ampliar nuestro anécdotario sobre Don Ezequiel!!!!!