30 de octubre de 2011

Asientos

Para sentarse en Ayoó solo hace falta imaginación....


Este es el asiento que mi padre se ha improvisado en su huerto de Perafondo, una vieja tele setentera con una pieza de madera encima.
Restos de un viejo trillo con unas piedras, como el que está a la puerta del corral de las ovejas de mis abuelos, en Peñacabras.
Eje de la rueda de un carro con una madera encima. Está en la puerta de la Ti Daria, en la calle Casillas.
Unos tacos de madera con unas tablas hacen su función en la casa de Angel y Jesusa, en Peñacabras.

Equilibrio inestable sobre unos tocones de madera en el banco situado junto a la granja de Amelia y Ceferino.

Un tronco sujeto con un poco de todo en la zona trasera del Canto, tras el bar de abajo.

Piedras y madera en el asiento que han puesto junto a la pared de la casa de mi tío Rogelio, en la calle de la Iglesia.


Más asientos, las vigas, aquí.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Parece que sòlo sacas la que te conviene.Lo que hace pupa no.

IRM dijo...

¿???????? Mande?