El bastón puede ser una vara de pastor, su oficio, lo mismo que la oveja le acompaña para recordar su ocupación antes de dedicarse a la divulgación de la palabra de Dios. El libro se supone que es el Evangelio que predicaba. ¿Y la corona? Pués los expertos consultados no tienen explicación a por qué tiene corona y suponen que es, sin más, un adorno que se le ha puesto en el pueblo para que luzca mejor.
Cuando está en la ermita, San Mamés se acompaña de un pequeño crucifijo verde y está situado en un pequeño retable cuya hornacina tiene un fondo sencillo, decorado con motivos vegetales y por fuera, más recargado todo, una sucesión de columnas, capiteles, plantas, tejadillo y muuuucho dorado.
En próximas semanas, iremos enseñando cómo es por dentro esta ermita, pequeña, pero con mucho que contar. De momento, aquí van unas imágenes del año pasado, cuando me acerqué hasta allí con mi traje regional, como otras muchas vecinas del pueblo (¡y qué guapas estábamos!).
Alicia colocando velas al Santo |
Alrededores de la ermita durante la misa. La foto no la hice yo, que estaba dentro. |
Yo misma, que no puedo evitar curiosear aunque me estén fotografiando... |
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