En el anterior artículo mencionábamos una de las versiones que nos cuentan por qué San Bartolo se convirtió en el patrón de Ayoó, habiendo como había otros santos de gran seguimiento en el pueblo, como San Fructuoso o estando la Iglesia dedicada a El Salvador. Después de leerla, un vecino del pueblo, Alberto Alonso, me dio su propia versión, que le había llegado a él vía Don Ezequiel, el recordado párroco del pueblo del que fue monaguillo durante veinte años.
Esto es lo que me contó el bueno de Alberto, tal y como él recuerda que lé contó Don Ezequiel: "Ayoó no existía más que del Canto para arriba y se repartía en barrios, cada uno con su ermita y su santo. En la zona de Peñacabras, frente a la casa de Kiko, donde ahora está la casa de Jesusa, la madre de Ramiro, estaba la ermita de San Bartolomé. En aquel lugar se inició un fuego que se propagó rápidamente por los tejados construidos con urz, como se hacían entonces. Llegaban las llamas a la ermita y la gente iba gritando "que se nos quema San Bartolo, que se nos quema San Bartolo" y fueron hasta allí para sacar la imagen del santo. En cuanto la imagen estuvo fuera, a salvo, el fuego se paró. Por eso la Iglesia está dedicada a El Salvador mientras que la imagen que preside el retablo es la de San Bartolo, convertido así en patrón del pueblo".
Como se ve, una versión parecida pero no igual porque aquí la imagen del santo no estaba en la Iglesia sino en la pequeña ermita de la que, por cierto, nos hablaba el Ti Joaquín en su blog hace unos meses: la ermita de San Bartolomé.
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