13 de septiembre de 2008

San Bartolo


Las fiestas de Ayoó, ese momento en el que el pueblo se pone a tope, la gente se reencuentra de año en año y hay una serie de actos que repetimos una y otra vez: ir a la puerta de la Iglesia a esperar que salgan y charlar buscando la sombra, bajar al Coito el día del partido de fútbol, acudir al baile Vermuth y hacer honor a su nombre, echar un vistazo al grupo que toca esa noche...

Cuando era pequeña, confieso, no me apetecía nada que llegasen las fiestas. Suponía romper mi cómoda rutina de bici bici y bici, de moras, Peñacabras y risas con las amigas y llegaban tres o cuatro días (recuerdo un año de ¡¡¡cinco días de jarana!!!!) de vestirse bien, comer a deshoras y trasnochar (una vez que salgo,bien, pero siempre me ha costado ponerme en marcha... una que tiene biorritmos mañaneros) y, sobretodo, se aproximaba el fin de las vacaciones.
Al llegar a los 12-13 la cosa cambió y las fiestas eran todo un acontecimiento... a ver con qué chaval bailábamos, hasta qué hora nos quedábamos, si nos dejaban llegar al chocolate...
Y ahora, lo veo con más tranquilidad, claro, buscando pasarlo bien con el enano, que me ha salido un pingo nocturno al que le encanta salir con la oscuridad.

Las fiestas de este año, buenooooo, ya escribí un post en el foro de Ayoó... te lo pasas bien porque son días especiales, porque a los niños de la casa les hace ilusión , porque para los mayores también son días un poco diferentes...y sabemos todas las limitaciones de organizar unas fiestas en un pueblo como Ayoó, con poco dinero, con poca gente que se anime a ayudar... pero también me parece que se podrían hacer mejor, unos actos sencillos, que no precisan ni mucho dinero ni mucha gente (simplemente, sacar la rana, montar unos cuantos juegos para peques y mayores...), procurar organizar actos para cada día (y que no coincidan, como la merienda de Requeijo a la que la mitad del pueblo no fue porque no se enteró -yo- o porque a la vez estaban los disfraces de los niños -yo también-).

Tampoco acabo de entender por qué la música empieza tan tarde, con todos los niños, los mayores fans de los músicos (y los más agradecidos, a nada que se esfuercen), deambulando por El Canto, haciendo tiempo, esperando que empiecen y, algunos, hasta dormidos para cuando lo hacen... Y claro, espero que acaben aburriéndose de querer convertir Ayoó en el santuario de los rockeros jubilados y que la última noche festiva sea con un baile normal y corriente y no con atronadora música que hace huir a los pocos que se habían animado a salir, deja vacío el bar de los mozos (los de afuera se traían la priva en sus maleteros) y que apenas consigue reunir a una veintena de personas en la plaza... Evidentemente, no me gusta el Ayoó Rock y si se empeñan en seguir haciéndolo, les sugiero un buen sitio: el nuevo Boulevard de Perafondo, la explanada que ha quedado donde el punto limpio... ahora que lo pienso, no creo que Amelia esté por la labor, a ver si se le van a estresar los gorrifos...

La parte religiosa, como siempre. Son esas imágenes en las que ves los mismos movimientos y solo cambia la gente, que cada vez está más mayor o que aparecen de la mano de niños... pero la liturgia del acto ahí está, el palio, los ciriales, la gente subiendo la cuesta de la Calle Castillo, las calles engalanadas y perfumadas, los niños luciendo sus trajes de Comunión... Como ya nadie se anima a “pagar la función”, la parada con himno incluido se hace frente al Ayuntamiento... la vuelta a la Iglesia... El pero que le pongo (criticona que es una) es haber puesto uno de los varios bautizos que ha habido en el verano en el pueblo, justo el día de San Bartolo. La misa ya se hace lo suficientemente larga como para extenderla más con el bautizo. Y la verdad, no me parece el día más adecuado, que hay otros domingos en el mes.

Este año se echó en falta a los barraqueros, con sus puestillos de chuches pasadas de fecha, juguetes made in China y el tiro de carabina de cañón torcido. Siempre me he preguntado cómo podían sobrevivir estas personas, de fiesta en fiesta por los pueblos más dejados de la mano de Dios, con sus pequeños tenderetes... pero cada San Bartolo volvían... hasta este año.

En fin, que pasadas las fiestas, Ayoó se fue quedando sin gente (ya se pasó lo del mes en el pueblo... ahora el lleno total apenas es una semana en agosto) y el día 1 de Septiembre marcó, para casi todos la vuelta a la rutina. Y como hacen los de Pamplona ahora solo queda pensar que ya queda menos para el Sanbartolo del año que viene!!!

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Isabel suscribo todo,pienso lo mismo que tu, ¿cuando se van ha dar cuenta? que no por gastar mas es mejor, poco pero bien hecho, repartiendo el programa en el tiempo, el baile, orquestas que toquen lo que la gente baila, que no es rock. Sandokan

Triceratops dijo...

No seáis malos malísimos. Las fiestas, en general, bien como siempre. En Ayoó necesitamos poco para pasarlo bien, estamos predispuestos al follón y la fiesta, dos panderetas y una cerveza y la gente ya está saltando como si le fuera la vida en ello cosa que a mi me encanta.
Este año hubo de casi todo y todo bueno. Es cierto que el concierto del día 25 dejó a la gente un poco fría y que habría que buscarle alternativas, es cierto que hubo una cierta descoordinación en los horarios de algunos actos. Esto son solo "cosillas" que habrá que mejorar pero no me podéis negar que este año se ha pensado en todas las escalas de edad.
¿Queréis otro apunte de algo a mejorar? La sardinada en Requeijo, que me dicen que fue de lujo, hay que hacerla mas cerquita del pueblo.
Un saludo

IRM dijo...

uy, Sandokan... pués lo que hubiera dado yo por verte saltar un rato con el ruido rockero del lunes, jaja!!!!!

IRM dijo...

Trice... las fiestas bien en general porque son lo que son... pero si creo que hay cosas que con poquito, se puden hacer mejor y todos contentos. Y confieso que lo de la sardinada es una espinita que tengo clavada, con lo que me gustan a mi esos saros y lo que le gusta a mi niño lo de merendar en Requeijo y que no pudiera ir!!!!! Y lo de la hora de comienzo de la verbena, es que es año tras año tras año,que empieza a las mil y monas y la chavalería ahí esperando... no te digo que hagan el baile a las ocho de la tarde como antiguamente, pero chico, no tener que estar esperando hora y media... Ya te digo, cositas... además, ya sabes que una es muy criticona y ahora que tiene el blog para despacharse a gusto...