Justo hace un mes, publiqué las fotografías de una de las chimeneas más emblemáticas de la arquitectura de Ayoó: la chimenea de la casa de Casilda, en la zona de huertas de la trasera de las casas de la calle Carracedo. También lo publiqué en mi facebook y allí, una asidua del pueblo me avisó: ya no hay chimenea. Ohhhhh, nooooooo!!!! Incredulidad y cabreo a partes iguales, una joya de la arquitectura popular, una joya de la construcción en barro, la prácticamente última representante de su estilo que quedaba en el pueblo y ya no está.
Cuando visité el pueblo en los días de Semana Santa, me acerqué a las huertas para ver o, mejor dicho, para no ver, la chimenea de los tejadillos. Y ahí estaba su gran hueco, su falta, tapado su perfil con una tejabana sobre el tejado... ¡qué pena y qué pérdida!
Lástima no saber mantener estas pequeñas joyas.
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