Hemos estado en el pueblo en una breve -brevísima- escapada, pero lo suficiente para ver unos cuantos cambios en el pueblo.
El primero, la modernización del pozo del Coito. Se ha sustituido el viejo tuvo de hierro carcomido por uno nuevo de acero inoxidable. Indudablemente, más útil y práctico, pero ay, la belleza del antiguo no la tiene el novato.
Y también se han levantado algunas construcciones nuevas, dos, en medio del pueblo. Una es la conocida como "casa de Arcadio" en la Audiencia, que yo toda la vida la recuerdo en ladrillo. Antes fue la casa de una señora ciega, cuando mi madre era niña. Pues ahora la hija y el yerno de Arcadio e Inés le han dado un lavado de cara y la han arreglado. ¡Se hace hasta raro verla tan bien puesta!!!
El último cambio es una gran pérdida para mi porque era uno de esos rincones que tanto nos gustan de Ayoó, la esquina de la farola y el cartel que señala la calle El Caño. Los dueños han arreglado el tejado de la casa y las viejas ventanas y han ganado seguramente en seguridad frente a los elementos, pero hemos perdido en belleza. Además han quitado la farola... ohhhhhhhhhh, pena penita pena....
No hay comentarios:
Publicar un comentario