10 de noviembre de 2015

El misterio de la lluvia roja

El misterio de la lluvia roja que cae en Ayoó. La primera vez que leí algo de esto fue en el blog del Ti Joaquín… después leí algo sobre las marcas blancas que quedan en el cielo, cada vez más numerosas y que algunos atribuyen a una conspiración que nos llena el cielo de tóxicos, la llamada teoría de la conspiración de las estelas químicas, Chaimtrails en inglés… Este verano fui al pueblo y descubrí que algunas paredes están totalmente rojizas debido a una extraña lluvia… y ya lo último, publicado en el periódico La Opinión de Zamora, es saber que este fenómenos tiene que ver con una alga que tiñe nuestras precipitaciones.


Portada de La Opinión con la noticia en primera en la edición Benavente. Se la pasaron a mi hijo por whassap.

Según se recoge en el periódico, el fenómeno lo han estudiado científicos de la Universidad de Salamanca, aunque en el origen está el que se dio cuenta de que todo esto pasaba, Joaquín. El se lo comentó a un amigo, Javier Fernández Lozano, profesor de la universidad salmantina y con él ha colaborado haciendo recogidas de agua y mediciones desde el otoño de 2014. Y tras analizar las muestras han llegado a la conclusión de que el rojo que tiñe el agua que cae en Ayoó tiene que ver con un alga, la Haematococcrus pluvialis, “microalga no tóxica que, transportada por los vientos del oeste, termina pigmentando el agua de las precipitaciones”. El alga no está, al parecer, en las grandes masas de agua que tenemos alrededor del pueblo, ni en los embalses de Requeijo, ni en Congosta ni tan siquiere en el de Sanabria, vendría de más lejos.


Cuadro explicativo del tipo de alga que tiñe de rojo el agua, publicado en La Opinión recogiendo la información elaborada por los científicos de la Universidad de Salamanca.

Mapa de localización del alga, según el informe.

Según el artículo, en pueblos como en Fuente Encalada, había cierta preocupación por los rastros rojos en las zonas de riego, pensando que podría tratarse de un veneno. 






En Ayoó, salvo los artículos de Joaquín, no había hablado con nadie preocupado por este extraño fenómeno, pero personalmente, me llamó mucho la atención la pared de nuestra casa, en la cara que da hacia El Caño, totalmente teñido de un color naranja-rojizo. 


Pared totalmente manchada de rojo en Las Escuelas.

Y lo mismo en esta pared de mi casa, la que da al huerto, hacia El Caño. Curiosamente no se observa el mismo tintado en el resto de la fachada, en las zonas más altas.

También vi en las escuelas, en la misma orientación, la pared manchada… Y ahora, parece que todo se debe a una microalga con quistes rojizos… ¡¡¡mira tú qué cosas!!!

Así terminaba yo este artículo, pero escribe Joaquín, que del alga y sus circunstancias sabe bastante más que yo y me puntualiza. Está en los comentarios, pero por si alguno no llega a él, pongo aquí su aportación (Gracias, por cierto):

"Siento decirte que el alga Haematococus Pluvialis es totalmente incapaz de "pintar" una pared, o un coche, o cualquier otro tipo de superficie. La pared de la escuela, como la de la nave de Agustina, es suciedad del agua de Requeijo, cuando se riega con aspersores. Si el alga tintara, hoy veríamos el pueblín como a través de un plástico de caramelo rojo; y la verdad, lo poco agrada y lo mucho enfada, sería asqueroso".

Los artículos del Ti Joaquín hablando de este fenómeno están aquí y aquí. Lo último que ha escrito sobre el asunto, en este otro enlace.

El artículo publicado en La Opinión de Zamora, aquí.

Sobre la conspiración de los chemtrails, información en Wikipedia, en el Diario Vasco y en esta página, Yorukobu.

1 comentario:

el ti joaquín dijo...

Hola, Isabel. Siento decirte que el alga Haematococus Pluvialis es totalmente incapaz de "pintar" una pared, o un coche, o cualquier otro tipo de superficie. La pared de la escuela, como la de la nave de Agustina, es suciedad del agua de Requeijo, cuando se riega con aspersores. Si el alga tintara, hoy veríamos el pueblín como a través de un plástico de caramelo rojo; y la verdad, lo poco agrada y lo mucho enfada, sería asqueroso.