Carro de leña. Web El país de los maragatos. |
Acarrear se asocia con la recogida de las mieses, del pan, del centeno, la cebada.... pero también se acarreaban otros elementos, la leña, por ejemplo, que era costosa porque ¿dónde hay leña? Dónde los carros no entran... había que dejarlos a distancia y luego cargarlos.
Carro de Ramiro y Rosi preparado para ir a por abono. |
También se cargan de abono, que se hacía en el invierno y tenía sus propios problemas: “Cuando ibas a por abono, muchas veces pasaba de meter el carro en un charco y se quedaba atollado y había que vaciarlo, sacarlo y volverlo a llenar”.
Y es que atollar el carro no era extraño. Aquí recuerda mi padre, una de estas situaciones: “En La Chana corría una zona muy baja y se quedó el carro metido. Ibamos con sacos de harina. Se rompió una camella (zona del yugo curvada donde se acopla la cabeza del animal) del jugo. Llevábamos una vaca que le decíamos la bonita que era muy valiente y no se acobardaba, algunas se acobardaban y no tiraban, pero esa nunca, siempre intentaba tirar y sacar el carro y aquella vez también lo hizo, tiró y tiró hasta que el carro pudo salir”.
En Ayoó había varios carreteros: el Ti Eulogio,
el padre de Aurea, el Ti David, conocido así, como El carretero; Tio Luchi, el marido de
tía Agustina (se llamaba Gabriel, pero en casa le llamaban así, Luchi, que a él no le gustaba demasiado... y así sigue llamando mi
padre ahora, en broma, a su nieto, a Paulino). En los
alrededores, el Ti Silverio de Congosta también hacía y en san
Pedro de la Viña, Vicente El Carretero. En cada pueblo había al
menos uno”.
El carro cabecera de Avantales Lo encontré una Semana Santa de hace unos cuantos años en El Tiar. |
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