Y cuando sonaba esta canción ya nadie
podía hablar en la casa de mis abuelos. El cura (los curas, tanto
Don Eleuterio como Don Aquilino) ponían el disco a todo trapo, que
riete tú de la Discomusic de Castrocalbón. Además de avisarnos que
había que prepararse para ir a misa, teníamos que hablar a gritos,
con el altavoz atronando a unos pocos metros de nuestra casa. Yo, que
nunca he sido muy buena con las letras de las canciones, me las sabía
todas, a fuerza de escucharlas domingo tras domingo y fiestas de
guardar, año tras año, durante toda mi niñez en la casa de mis
abuelos, tras la Iglesia. Un día me dio por buscar en el
ciberespacio y me encontré con esta versión, la mismita que yo
escuchaba... el Salmo 121... Seguro que todos aquellos con casas
cercanas a la Iglesia, nos acordamos de ella!!!
La canción la puedes encontrar en esta página web Ciberiglesia.net
1 comentario:
Yo que vivo a una distancia parecida, solo que delante, te entiendo perfectamente.Un año lleve a una amiga al pueblo y una tarde paseando iba tarareando una cancion, ¡pero que cantas! la dije, "no se, se me ha pegado esta musiquilla y no me la quito de la cabeza, y no se de donde." Del altavoz de la Iglesia,la respondi.
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