"Estábamos
en tiempo de guerra, era noviembre, yo tenía diez años. Yo salía
de la escuela, iba jugando con primo Vicente y mi hermano Ismael y
Laudelino y Valentín Barrio y me avisaron que estaba esperándome
Don Ezequiel para ponerle la Extramaunción a la Ti Teresa la Coja,
madre de Inés, la mujer de Bernardo, que vivía en la parte de abajo
del pueblo.
"Yo llevaba la sobrepelliz, una bolsa que contenía los oleos y el crucifijo y la campanilla, que se iba tocando por la calle hasta la casa de la maribunda. Salíamos y justo pasaba un coche por la calle, que estaba de tierra y barro. Paró el coche y salió uno con la camisa de la Falange, con las mangas remangadas.
Foto: Todocolección.net |
El del coche le paró y le dijo una serie de nombres:
- Eusebio Tostón (padre de Fidel, el de Antonina)
- Jesús Gutiérrez (padre de Ceferina, la de Restituto)
- Gaspar Martínez (abuelo de Gaspar, padre de su madre, hermano de la Ti Severiana)
- Virgilio Gutiérrez (el padre de Emilia, marido de la Ti Severiana, antes mencionada)
- Gabriel Gutiérrez (el marido de tía Agustina)
- Aurelio Gutiérrez (el marido de tía Kika -eran dos hermanas casadas con dos hermanos-)
- José Gutiérrez (el padre de Andrés Conejo. Los cuatro últimos eran todos hermanos)
¿Por qué quieren llevarse a esta gente? -Preguntó el cura.
Por que son rojos -le contestó el de la Falange.
Y
don Ezequiel le dijo, aquí el único rojo soy yo y si usted se
atreve, aquí estoy, métame a mi en el coche. Aquí no hay ningún
rojo.
El
falangista se detuvo y le dijo, mire, si no me firma, voy por
ellos (para sacarlos del pueblo tenían que llevar permiso del
cura). El cura le echó mano al brazo y le dijo: Estoy perdiendo
la paciencia, marche en el nombre de Dios.
"Don
Ezequiel iba rezando. Por donde Alejandro tiene la casa hoy había
una fragua, del abuelo de Isaías. Como había toyo, barro, íbamos
por la orilla y teníamos que cruzar y venía uno corriendo. Yo vi
que estaba remangado. Era el hermano de un destacado vecino del
pueblo, vestido de falangista y corriendo para que no lo vieran.
Estaba en el coche con el otro de la Falange, el que había hablado con el cura. Don Ezequiel le conoció
y dijo, Ah, bandido, eras tú. Pués si haces bien que Dios te lo
premie y si no, que te lo demande.
"Llegamos, por fin, a la casa de la moribunda, donde se ponían sábanas de lienzo gordo y le dimos la Extremaunción.
"A
los dos meses murió de pleura el falangista del pueblo, el que iba
corriendo, escondiéndose. Y así me dijo Don Ezequiel: Mira,
hijo, por hacer el mal que pronto murió, como hay un Dios
todopoderoso y atendió mi petición.
Nota: cuando Alberto me contó esta terrible historia me dijo que mejor no pusiera los nombres de las personas a las que venían a buscar, por si no les gustaba a las familias. He desobedecido porque creo que esas personas fueron injustamente persequidas y salvadas in extremis por la intervención de Don Ezequiel. Considero que no tienen nada de lo que avergonzarse, ellos tenían unas ideas y eran tiempos convulsos y difíciles donde pensar diferente se castigaba con la muerte. Pienso que poner sus nombres es hacerles un homenaje y una muestra de respeto, porque imagino el miedo que tuvieron que pasar imaginando que un día sí y otro también, vendrían definitivamente para llevárselos a saber dónde.
Nota: cuando Alberto me contó esta terrible historia me dijo que mejor no pusiera los nombres de las personas a las que venían a buscar, por si no les gustaba a las familias. He desobedecido porque creo que esas personas fueron injustamente persequidas y salvadas in extremis por la intervención de Don Ezequiel. Considero que no tienen nada de lo que avergonzarse, ellos tenían unas ideas y eran tiempos convulsos y difíciles donde pensar diferente se castigaba con la muerte. Pienso que poner sus nombres es hacerles un homenaje y una muestra de respeto, porque imagino el miedo que tuvieron que pasar imaginando que un día sí y otro también, vendrían definitivamente para llevárselos a saber dónde.
10 comentarios:
Bueno, ¡ baya cuerpo me ha quedado con esta historia !. Yo había oído contar a mi abuelo que don Ezequiel no permitió los paseos, pero nunca me dijo nombres, ni refirió esta anécdota concreta. Ponerles cara ya impresiona un poco, porque aunque ya de mayores, a la mayoría les conocí. De tres de ellos no me extraña, porque de una u otra forma sufrieron represalias, pero de los otros cuatro no tenía ni idea.
Por cierto, creo que tienes un error el el apellido del ti Gaspar.
Saludos
Joder con el cura¡. Si no entiendo mal pidió que muriera el falangista?. Ufff vaya tela¡¡
Que bobadas cuentan algunos¡
La historia a mi me parece tremenda y me la tomo como cierta y, francamente, no me parece ninguna bobada.
Yo también había escuchado, pero sin datos concretos y ya te digo que la persona que me los dio, Alberto, lo conocía con pelos y señales (no en vano estaba allí). A mi me impresionó escucharla, te lo juro que se me puso la piel de gallina...
Miraré lo del apellido, puede que lo apuntase mal, tomo notas según hablan... lo consultaré con mis padres. Gracias.
Impresionante, la verddesque se me ha revuelto el cuerpo pensando en lo que podría haber pasado. Mi madre me ha contado alguna vez que a mi abuela la querían llevar al calabozo por que se le soltó la risa al oir balbucear a un nene ¡adiba Expana y viva Fanco! al oirselo a los mayores delante de la guardia civil.....ni reir las gracias de los niños podían,...tuvo que ser francamente duro
Estoy convencida de que en ambos bandos hubo personas buenas, compasivas y valientes que arriesgaron mucho y recibieron poco o nulo reconocimiento por su labor. Gracias por sacar esta pequeña historia a la luz.
Pues tenéis razón, se le queda a uno muy mal cuerpo mas si tenemos en cuenta que, seguramente, los buscados no eran ni rojos ni negros ni morados, eran gente sencilla, trabajadores de campo y con menos tiempo que perder que los que iban por los pueblos buscando a la gente.
Mi abuela,QED,también me contó alguna cosa de este tipo relacionada con D. Ezequiel.
Es una lástima que no se pudiera salvar a todos los que INJUSTAMENTE fueron paseados o marginados a lo largo de los años.
La pena es no saber la identidad de aquel falangista tan "valiente cobarde" que huyo para que no lo reconociesen y que según cuentas murió a los dos meses.
Las personas por las que preguntaban yo creo que todos los de 50 para arriba,mas o menos hemos oido que fue asi y nunca disimularon sus ideas, ya que murieron con ellas.
¿Sabe alguien quienes fueron los asesinos del maestro nacional,padre del señor Laudelino Quiroga?
Fue sacado de su casa a la fuerza y hallado varios días mas tarde muerto en una cuneta.
Me gustaría que fuera comentado.
Para el primer anónimo, esta vez si se el nombre del falangista del pueblo, pero he optado por no ponerlo.
Para el segundo anónimo, el padre de Laudelino Quiroga era Don Nicolás, el que mataron en Muelas? si es así, está contada la historia en este blog, aquí, en el post titulado Don Nicolás http://elblogdeayoo.blogspot.com/2009/04/don-nicolas.html
Si te refieres a otra persona, lo pregunto.
Gracias a los dos por leer y participar!!!!
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