27 de abril de 2010

La carretera



La carretera hacia Santibáñez se hizo en el invierno de los años 1948-49. La construyó el pueblo, hombres, mujeres y niños..., todos hacían algo, ir a por piedra, juntarla, llevarla, partirla, apañar tierra... Para ayudar a hacer el trazado vino de la capital un capataz llamado Don Jerónimo que era el que dirigía la obra. Vivió con su mujer en la casa que había donde ahora está la de Antonio y Avelina, en la calle Corrales.


Primero hicieron la caja, donde iba la carretera propiamente dicha. Se le echaba la piedra y luego, por encima, una capa de la llamada “tierra de recebo”. La tierra la cogían los vecinos de varios lugares del pueblo, por ejemplo, de una zona que está por el Camino La Manzanal, conocida como El Colmenar y que decían que era de muy buena calidad.
Cuando ya habían hecho esta parte, llegó una máquina enviada por la Diputación de Zamora. Era una especie de apisonadora antigua, humeante, que compactaba el camino. Funcionaba con leña. Iban dos trabajadores con ella y uno tenía que estar toda la noche de vigilia, metiéndole cepas y leña para que no se apagara y poder trabajar cuando despuntara el día.


La carretera la trazó un ingeniero de Zamora, Don Agustín. La trazó sobre el papel pero sin conocer el terreno y sin demasiado cuidado, como él mismo reconoció, y según se pudo enterar mi abuelo. Cuando se terminó la carretera y se iba a inaugurar, el Ayuntamiento ofreció un pequeño lunch a las autoridades locales y al ingeniero. El alcalde, el Ti Francisco, primo de mi abuela, le pidió a mi abuelo Teófilo que fuera a ayudar a servir el almuerzo. Allí, mi abuelo escuchó decir a Don Agustín: “Qué pueblo más trabajador el suyo, Don Francisco, no pensaba yo que fueran a hacer la carretera en un invierno... ¡si yo la hice de cualquier manera!... pensaba venir después y mirar cómo hacer para quitar alguna curva pero ustedes se me han adelantado y ya la tienen hecha, ¡con todas las curvas!”. Mi abuelo contaba que se quedó con ganas de lanzarle un taburete a la cabeza, por todo lo que habían trabajado y sufrido en la construcción, haciendo rebajes en unos lados, levantando el firme en otros y esforzándose todos mucho más que el señor ingeniero.


Arreglo de la carretera en 1993

1 comentario:

Triceratops dijo...

"Osease" que la Diputación, por aquellos entonces, hacia las carreteras sin fijarse mucho. La diferencia es que ahora tienen más máquinas, ya no son de leña y en lo de no fijarse mucho... pues más o menos como entonces.

Un saludo