1 de septiembre de 2009

Verano, verano


Ya estamos de vuelta y en plena forma, después de nuestro mesito de vacaciones ayoínas: Mucho calor, mucho baño en Requeijo, bastantes marianitos en los bares y unas fiestas muy majas que creo que han dejado contentos a todos. Ya iré desgranando poco a poco lo que he visto en estos días, poniendo fotos y demás. Por ahora dejo un pequeño resumen más o menos ordenado.

El verano, en Ayoó ha estado marcado por el agua, la falta de agua curiosamente, en un pueblo como el nuestro. Los pilos de Peñacabras y de la Iglesia estaban vacíos del todo el primero y a medias el segundo.






La fuente de la Iglesia echa cada vez menos agua y ya ni da para llenar el pilo, que se ha tenido que recurrir al manguerazo para tener un aspecto un poco más presentable. Una pena ver así este espacio tan querido y representativo de Ayoó y muchos han sido los comentarios que he oído sobre lo que pasa o cómo se podría solucionar.




Por si esto fuera poco, ¡¡averías!! La rotura de una tubería dejó sin agua durante bastantes horas a los vecinos del centro del pueblo, aunque llegó a afectar a todos en algún momento.




Y de las discusiones sobre el agua, ni la del riego se libra. Hay problemas en el abastecimiento de algunas fincas y se hizo una yera entre los regantes de la zona para arreglar la tubería; el agua escapa de las fincas del camino a Requeijo y anega el camino de la antigua cañada (mis zapatillas, ropa y bicicleta han dado cuenta de ello) y ha habido discusiones, muchas discusiones, porque desde el Ayuntamiento se ha propuesto un pago por metro de finca para financiar las obras de los arreglos que hacen falta (creo que la cosa no llegaba ni a los cinco céntimos por metro) y hay quien ha puesto el grito en el cielo. Y todo ello en un año sin apenas lluvia (¡y mira que ha tenido trajín San Mamés, para ver si hacía algo!) y con los cultivos asoleados en las tierras con el calorón que hemos tenido en agosto.


Ayoó sigue renovándose: el asfalto cae sobre más calles (se que es necesario y que reponer el cemento es caro y casi inviable, pero ¡¡puff, qué tufo la brea recién echada y qué calor da cuando aprieta Lorenzo!!), las jardineras aparecen en la Avenida de Las Escuelas (y desaparecen muchas de las flores que las adornaban, todo sea dicho) y el pueblo se llena de bancos,



estos metálicos con dibujitos de torreones y rosetones, que han sido muy usados y disfrutados sobretodo en las tertulias nocturnas. ¡Los del Canto se cotizaban a millón durante las fiestas!

El bar de abajo está de estreno:



Me perdí, por un día, lo de ver el antiguo ayuntamiento convertido en cantina (con la nevera metida en lo que fue el calabozo, jaja) pero fui de las primeras en entrar al nuevo bar, recién pintado, sillas nuevas, baños impolutos... a ver si alguien pone a tono los alrededores, que afea un poquito ese camino del reguero lleno de restos del café, sillas rotas, botellas y ahora, la que fue la cabina de teléfonos. Con lo chulo que ha quedado, que lo haga por dentro y por fuera no? En el bar de arriba, de nuevo han estado este año Javi y Beni dando el callo y poniendo ricas tapas para compañar mis Mixtas.


San Mamés volvió a congregar a devotos y curiosos (yo misma) y el sacerdote, don Víctor, aprovecho para pedir una ayudita para el arreglo de la ermita, que tiene el tejado que se cae. Muchas cosas va haciendo este cura, algunas gustan más que otras, pero hay que reconocerle su afán por dejar claras las cuentas de la iglesia: cuánto va para el templo, cuánto para la diócesis, qué costaron las estufas, los arreglos y hasta las bombillas que se compran. Ahora nos pide ayuda para que no perdamos nuestra ermita y desde aquí echamos una mano difundiendo su petición (e ingresando unos duros, digo euros en la cuenta, eh?)

En estas primeras fiestas, la chavalería tuvo, “botijada”, vamos, que garrote en mano (y casco en cabeza) se liaron a romper botijos para ver si encontraban harina o chuches. Le pusieron tantas ganas que me extraña que Alejandro, el instructor, no se llevara un garrotazo en la cabeza!! y de postre, guerra de globos de agua, dos centenares que se acabaron en un suspiro, así que los organizadores tuvieron que recurrir al baldazo de agua puro y duro.


El siguiente fin de semana y de la mano de las panaderas del pueblo, Geno y su hija Cristina, los críos se pusieron manos a la obra para aprender a hacer pan. Allí estuvieron, amasando como locos, poniéndose de harina hasta arriba y recibiendo los consejos de las que sabían para que además de divertirse, les saliera un buen pan. Y vaya si lo hicieron. Se llevaron las piezas en bandejas hasta la panadería y allí nos metimos todos, pequeños y unos cuantos mayores, a ver la pericia con la que manejan las palas, el tamaño del horno de cocción y escuchar atentamente todas las explicaciones. Y durante la espera, ¡¡agua va!!, Cristina, manguera en mano nos puso a todos chorreando. Calados, pero divertidos, eso sí. La guerra de agua siguió en El Canto, hasta que llegaron las piezas de pan recién sacadas del fuego, que fueron repartidas entre todos los niños que por allí estaban.


Ese mismo día, los jubilados del pueblo celebraban con una merienda el Santo que da nombre a su Asociación, San Salvador (con unos días de retraso en la onomástica). Las mesas en los bajos del Ayuntamiento estaban a tope para comer y sobretodo, charlar un rato con los amigos.



Y enseguida nos ponemos en las fiestas de San Bartolo, que tuvieron algún cambio en el programa presentado (y avisado por la megafonía habitual, la chifla de Andrés). El sábado las Peñas celebraron su comida anual y llevaron la farra a Requeijo, adonde se trasladó la sardinada “con fuego controlado”, como le explicó Kiko el alcalde a mi niño, fascinado con las brasas que cuidaba Modesto. El éxito fue total, se acercó muchísima gente, el tiempo era estupendo y hubo de todo: sardina, panceta y chorizo (¡cómo picaba el condenao!).

El habitual desfile por el pueblo fue esta vez, nocturno, al ritmo de la Techno Disco. Al pasar por la sede de la peña Ante-todo, se celebró su “refundación” con una versión gamberra y algo alcohólica del encuentro. Esta vez fueron una camiseta de la peña y un pivote de las obras, los que sustituyeron a la Virgen y el Niño. La letra tenía golpes muy buenos, como aquello de que “la santa nevera nos guarde el hielo que ha de enfriar el cubata...” (o algo así).

Al día siguiente, cita en El Coito, con la habitual calva (cada vez con más jugadores, han creado nuevos “campos de juego” en el pueblo porque ya no caben todos de tantos que son), partidillo de fútbol


y juegos para los niños con un grupo especializado contratado para ello que lo hizo bastante bien, con disfraces, juegos y cuentacuentos. Para terminar, danzas de la mano del Grupo Fitera, de Zamora.

Cambiamos de jornada y nos acercamos por la tarde al Canto, con más innovaciones en el programa: un tren chuchú que recorría todo el pueblo y que disfrutaron los niños y los mayores,

dos grandes castillos hinchables,
y para terminar, fiesta de la espuma, ¡¡aquello parecía san Fairy o San Ariel!!





En San Bartolín, guerra de globos de agua (no hay fotos, estaba en el grifo llenándolos), futbolines (yo eché de menos mi querida rana) y el habitual concurso de disfraces, con nada menos que 40 niños apuntados y mucha imaginación y color en los trajes presentados.



Los grupos verbeneros cumplieron de sobra. La Techno-Disco arrasa entre los más peques, Malibú (con Celso, el hijo de los panaderos a la guitarra) y M-30 (con el de Visi y Pedro al bajo), gustaron mucho y los Europea Big Band eran un señor grupo (con un pedazo escenario) pero su repertorio más clásico, de pasodobles, cumbias y bailes por el estilo, acabaron saturando a la chavalería, que estaban más por el gallo...

Las fiestas han estado muy bien, sobretodo las novedades como la espuma y el tren. Mucha gente, mucha participación y supongo que mucho curro para los que siempre dan el callo. Gracias a todos ellos.
Y fin de repaso veraniego, que personalmente ha tenido mucho de bañito en Requeijo, mucha comida en casa, en meriendas, en la cueva (en la foto, mi padrino, Aurelio preparándonos la gran comilona que nos dimos en la bodega), en Congosta..., avistamiento de estrellas fugaces, paseos nocturnos, piscinita terracera, safari de saltamontes y visitas guiadas a los huertos de los abuelos.

7 comentarios:

Triceratops dijo...

Debería volver usted a la Universidad. ¿A esto le llama usted resumen?, ¡¡¡si no te has dejado nada sin contar!!!.

En fin, que si, que ha estado muy bien, que yo también me he pasado por el foro y he dejado mis felicitaciones para los organizadores en el apartado de la comisión de fiestas.

Han tenido imaginación y han sabido preparar actividades variadas, bien organizadas, no excesivamente costosas y que nos han alegrado este calurosísimo mes de Agosto en Ayoó.

Me perdí las guerras de agua que si llego a estar el primer cubo era para ti.

Un saludo

Anónimo dijo...

hola,como dice mi amigo triceratops,no te has dejado nada,segun te estaba leyendo el articulo,me lo estaba imaginandomelo,muy bien si señor,buen recorrido el que hiciste,y vueno en cuanto al caldero que dices que le hibas a echar,creo que alguien se te adelanto jejjejje,yo lo vi jejjeje saludos de saritisima.

IRM dijo...

Eso, eso... que yo el balde de agua me lo llevé bien llevado, ya se encargó Alfonso de remojarme el trasero, ja ja!!!!

Anónimo dijo...

Jejejeje,es que no hay peor cosa que estar en el sitio a la hora equivocada jejjeje,pero la verdad es que con el dia que hacia,apetecia y todo ,saludos de saritisima.

Triceratops dijo...

Bieeeeeeeeeeeeeeeennnn, digno sustituto el ti fonso, así me gusta, yo pienso y él ejecuta, siempre nos entendimos bien el ti fonso y yo. Pero ¿cómo no me lo contaste antes sari? esas cosas se dicen, que yo estaba de retiro "espiritual" y no me enteré de nada.

¿Qué tal estaba el agua luna?

Un saludo

IRM dijo...

Pués mojada, bastante mojada, jaja... lo más gracioso es que me mojó ¡¡usando mi propio cubo!!! le vi, miró y me vi en el punto de mira, intenté huir, pero no hice más que dar lástima en torpe carrera, perdiendo una sandalia por el camino... así que dije, hala, moja moja, que el día invita... :)

Farrukito dijo...

muy buena la entrada!