Con este frío invierno hay que abrigarse y podemos hacerlo a la antigua: Nos podemos poner una bufanda o bien una chalina (bufanda más pequeña) o si el frío aprieta, algo que nos cubra más, como un colegial (bufanda más grande).
Para vestir tenemos el tabardo, prenda de abrigo de paño, tres cuartos, con pelo en el cuello (lástima de foto de mi abuelo con su sempiterno tabardo azul, con pelo oscuro en el cuello, que pesaba un quintal... colgado en las perchas que a falta de armarios, había en las habitaciones de la casa. El tabardo estaba reservado para los domingos y para cuando venía de vacaciones a nuestra casa, en el invierno). Y si queremos algo más ligero, el canadiense.
También era típico ponerse un tapabocas, una manta de rayas, suave, que se ponía por encima de la ropa, un poco al estilo de Curro Jiménez. Solía ser una vestimenta típica de los novios de invierno (en mi casa recuerdan así vestido a Pedro Simonín en su boda).
Las mujeres llevaban mantón, chales finos de vestir, toquillas. Los chales negros, como bordados, con flecos, se usaban como traje de boda. Eran cuadrados, no se llevaban a pico, sino en forma rectangular, como vemos en esta fotografía:
Museo on line Zaleos - Trastos Viejos
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