La de 2020 ha sido una fiesta de San Bartolo en verdad extraña y rara... como lo han sido las vacaciones en el pueblo y como lo está siendo todo este año marcado por la pandemia mundial del Coronavirus. Si alguien lee esto en el futuro, espero que se haya quedado en una pesadilla de unos cuantos meses en el que un virus desconocido afectó a toda la población mundial, nos obligó a confinarnos en casa durante casi tres meses y durante muchos más puso patas arriba nuestra sociedad y nuestra economía, cambiando la manera de relacionarnos para no extender la enfermedad: no tocarnos, distancia entre aquellos que no convivan, ir por la calle con mascarilla... Y así se ha celebrado, entre comillas, este día de San Bartolo. No ha habido fiesta, solo una misa "de campaña", hecha en la calle, igual que el día de San Mamés. Los oficiantes sobre un remolque reconvertido en altar de circunstancias y los fieles en la calle, a la sombra del templo.
Este año no ha habido ni desfile de las peñas, ni verbenas, ni la merienda en Requeijo, ni los juegos infantiles, ni los disfraces ni todos esos actos que se celebran año a año y van componiendo nuestro recuerdo de este día que mantendremos todo el año. Para recuperar un poco lo que este 2020 no ha querido ofrecernos, dejo una galería de fotografías de años atrás. Otros Sanbartolos que poco se parecen al de este año pero que seguro que sí serán semejantes a los que tendremos en el futuro. Ojalá.
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