20 de mayo de 2020

Insectos y más circunstancias

Este año el blog está un poco abandonadito... ya llevo mucho tiempo con él y aunque me sigue interesando y tengo un montón de información y fotografías para ir sacando, estaba como ploff, así que me tomé un descanso. Total, esto es por gusto, no un trabajo en el que se ficha.

Y entonces llegó el confinamiento. Mi yo del pasado se lo cuenta a mis lectores del futuro, por si alguno se pasa por aquí. Nosotros estábamos tan tranquilos cuando nos llegó un virus con corona desde China y se extendió por todo el mundo, poniendo patas arriba nuestra vida. Miles de muertos, los hospitales hasta arriba, la población metida en su casa sin salir durante meses... Los que hemos tenido la suerte de ni estar enfermos ni de tener que dar el callo en sectores como la sanidad o los supermercados, hemos tenido muuuucho tiempo para pasar en casa. Pensaba que sería el momento de poner en orden mi blog, pero lo he ido retrasando. Tenía cientos de fotografías de tres años acumuladas, sin ordenar, sin clasificar y, por supuesto, sin sacar aquí. Las semanas pasaron y ahora, tras haber hecho un reordenado a lo Kondo de todo el material, parece que las ideas y las ganas van fluyendo.

Y hago mi re-presentación con una de bichines, unas cuantas fotos de insectos, que viene muy bien en plena primavera. No hemos podido disfrutar mucho de ella, apenas unos paseos que ahora se van haciendo cada vez más largos.




Muchas veces hemos oído eso de que el mundo se acabará si desaparecen las abejas. (Debo ser sincera, la primera vez que lo supe fue en la película de BeeMovie, una de las preferidas de mi chaval cuando era pequeño). Es una afirmación que he escuchado repetidamente, sobre todo cuando es el Día mundial de las abejas que, sí, que tienen un día y que sí, que es hoy mismo, el 20 de mayo.



He encontrado un artículo de National Geographic donde se ponen cifras a esta afirmación (aquí el enlace):

En el planeta hay 1.400 millones de insectos por cada persona y, según afirma David MacNeal en su libro Bugged, los necesitamos a todos porque son «los impulsores del mundo». Más de un tercio de todas las especies de insectos que habitan en nuestro planeta están en peligro de extinción. (...)

El desplome de sus poblaciones es crítico debido a su papel fundamental en los ecosistemas, que podrían derrumbarse ante la falta de estos pequeños seres vivos. (...)
El equilibrio de la vida, tal y como la conocemos, depende de estos insectos polinizadores.



(...) La polinización que realizan estos insectos es el proceso natural que permite que las flores sean fecundadas y den frutos y semillas, es decir, la piedra angular de la biodiversidad.


Pero también de nuestra seguridad alimentaria: a nivel mundial, una tercera parte de los alimentos dependen de las abejas, así como un 90% de las plantas silvestres con flor, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO).


Entre las principales amenazas se encuentra la degradación de sus hábitats, el cambio climático, las prácticas agrarias, el cambio en el uso de los suelos o las especies invasoras. (...)



Uno de los motivos por los que atajar este problema se vuelve tan difícil es porque no se tiene un único causante. El cambio del uso de los suelos para plantaciones agrícolas, que dejan cada vez menos alimento para estos polinizadores, así como el uso de plaguicidas, fungicidas y herbicidas que se asocian también al descenso de estos y otros insectos.
La urbanización de los terrenos e incluso la contaminación electromagnética derivada de la actividad humana son también causantes del declive de las abejas, que además ven afectada también su reproducción.(...)



El impacto de la desaparición de los insectos, en especial de las abejas, sería por tanto dramático, ya no solo a causa de su función como polinizadores. Como base de la cadena trófica, los insectos son el alimento de miles de especies de pequeños mamíferos, que a su vez son el alimento de otros mamíferos, y así hasta completar una cadena alimenticia que se derrumbará si no actuamos ya.


Así están las cosas, así que disfrutemos del placer de ver estos insectos, abejas, avispas y abejorros haciendo lo que saben y deben, polinizar.



2 comentarios:

Carlos Alberto Alonso Benavides dijo...

La pandemia del covid 19 que ha traído desazón, miedo, encierro, dolor y muerte a los humanos, a la vez le ha servido a los insectos, aves, animales y peces para recuperar su habitat natural, o sea, invadir nuevamente y por algún tiempo el espacio que alguna vez fue suyo exclusivamente. Este paréntesis biológico tal vez sirva para que todas las especies y en especial que se consideran casi extinguidas puedan reproducirse y retomar su existencia en libertad natural. Tal vez todo sea parte de un equilibrio natural de las especies, habría que preguntarle a Darwin...

IRM dijo...

Gracias por tu aportación, Carlos.