Volvemos a Castrocontrigo. Allí me llamaron la atención sus casas y sus muchos corredores y balcones, muchos más que los que encontramos en Ayoó y eso que estamos bien cerquita. Y es que estos elemenos, son muy característicos de la arqueitectura de la zona. Hace unos años se hizo una exposición sobre ellos, organizada por la Plataforma Regional Por Identidad Leonesa.
En ella se explicaban someramente algunas características de los corredores:
La casa de corredor exterior o volado contiene el elemento más visual de la arquitectura tradicional leonesa. Se trata de una estructura que sobresale en la fachada sobre la calle. Son corredores de madera que volaban sin apoyo, salvo en algunas ocasiones, que se ponían varas de apoyo en ángulo desde la pared: los “tornapuntas”.
Su valor trascendía lo simplemente estético para utilizarse como secaderos, distribuidores, etc. por lo que solían ubicarse en las fachadas soleadas. Por esta razón los más antiguos siempre están descubiertos y solo en algunas zonas se cubrían con tablas bastas que dejaban correr el aire: el “peto”.
En algunas zonas el corredor daba acceso a las habitaciones por lo que presentaba una escalera exterior de piedra o bien rematada en madera en el último tramo, el “patín”.
Lo cierto es que solo en la calle principal del pueblo, encontramos un buen número de corredores y también algunos balcones de forja en unas fachadas muy decoradas.
Un placer degustar estos elementos que de momento perviven en muchas de las casas.
Galería de fotografías de corredores en pueblos de León, aquí, en La Cabrera, cuadernos de arquitectura.
Información sobre la exposición de corredores en la arquitectura leonesa, aquí.
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