Como muchos de los edificios eran ermitas, esas no tienen cementerio cerca. En otros casos, simplemente se encuentra alejado del templo. Y estos son los que nos han salido en la lista:
Carrado: El cementerio está al lado de la iglesia. Rodeado de un muro de bloques, tiene dos puertas, como el de Ayoó y árboles en una de las entradas. Es un camposanto moderno, digamos.
Todo lo contrario que el de Bercianos, que es un pequeño cementerio adosado a la Iglesia con un bello muro de piedra y hasta cruces en él.
Los de Rosinos y el de Brime también están adosados al templo, pero tenían la cancela cerrada, así que poco más pude hacer que fotografiar la puerta.
3 comentarios:
Es tu mirada sobre los cementerios y las fotos ilustran bien lo que son en estos momentos y en esawona que foot gracias con tanto mimo.
Si me admires el comentario, no me gustan nuestros cementerios, los encuventro tétricos, desabridos y lúgubres en exceso, incluso cuando están ubicados en zonas con magnificat vistas al mar, como algunos en pequeñas poblaciones de la costa catalana.
Y no es porque me recuerden el destinons natural hacia el que voy, como todo ser vivo, no. El desagrado que me producen los cémenterios españoles proviene de su estetica, no de su función.
Tan es así que no encuentro paz ninguna en ellos, a diferencia de lo que si percibo en cementerios de otros sitios.
Estos ritos funerarios que reflejan los cementerios que has fotografiado, van a ir cambiando de modo progresivo y acelerado, ligado a los modos de vida y a la mayor capacidad de desplazamiento que se tiene y que se incrementará en el futuro. El piadoso recuerdo de los que ya no están no puede desarrollarse del mismo modo en el siglo XII, donde el promedio estimado de desplazamiento desde el lugar de nacimiento se estima en unos 20 km. que en la actualidad.
Acabo de asistir al fallecimiento de una amiga alemana residente en Sant Just Desvern, juntó a Barcelona, cuyos dos hijos residen en Nueva York desde hace más de 30 años. ¿Puede pensarse que van a acudir el 2 de noviembre a un cementerio en Barcelona, a rendir homenaje a su madre, a la que han atendido de modo exquisito, turnandose, en sus últimos 6 meses de vida? No es realista pensar en ello, lo que explica -en parte- el incremento de las cremaciones entre nosotros, más allá de que, perdida la fe' en la vida eterna, carece de lógica toda poética sobre la resurrección de los muertos en el día del inexistente Juicio Final.
Como habitualmente, me extiendo en exceso. Sintetizar no es lo mío.
Que tengas un buen invierno y sigas encontrando motivos para tus bonitas fotos.
Interesante refelexión... a mi, en cambio, los cementerios me parece que dan mucha paz.
Pues nada, que la Paz sea contigo....donde sea que la encuentres. Te deseo larga vida.
Publicar un comentario