15 de septiembre de 2011

"El médico a palos" en Ayoó

Ayoó volvió a tener teatro este verano. La Asociación Perafondo (los de la calva con ganas de mover el ambientillo) propusieron hacer una nueva función y acudieron a quien sabían que se apuntaban fijo, Paulina y Nides. Detrás fueron todos los demás: Eusebio, MªAngeles, Jose Luis, Alvaro y Emilia, mi madre, que ya habían participado en otras obras anteriores y reclutaron a dos nuevos, Pedro y Tania para que completasen el cartel. Y todos ellos fueron los protagonistas de “El médico a palos”, una obra de Moliére versionada por Fernández de Moratín, una comedia con moraleja.

Este es el cartel de la obra que se repartió por los pueblos de la zona. Es un tuneado del cartel de la obra por parte de un grupo "profesional" y tiene su gracia verles a todos vestidos de época. Creo que salió del ratón de Gaby.


La obra se representó los días 20 y 21 de agosto, sábado y domingo, en la cochera del autobús, convenientemente transformada  como sala de teatro y el grupo se presentó, como en otras ocasiones, con el nombre de “Mildeos”, como la misteriosa fuente de Requeijo.






Emilia, Trini, Agustina, Felisa, Paulina, David, Nides, Tina... a todos les pillé en plena faena, colocando telas y sábanas para dar forma al escenario o poniendo los bancos del público.

Hubo lleno total los dos días (y eso que el domingo había dudas de cómo respondería la gente ya que hizo un día malísimo, con lluvia, viento y hasta frío) y gran éxito, a juzgar por los comentarios que se escucharon a la salida.



Una vez más, la sala de la báscula hizo las funciones de taquilla. Y Ramiro y Fermín, fueron los taquilleros.

Los artistas, muy satisfechos y felices de cómo había ido la función y todos celebrando que una vez más, vuelvan a Ayoó esos días de comedia del pasado que tanto se recuerdan.





Para la presentación de la obra, por cierto, me pidieron desde el grupo hacer una pequeña introducción, que fue leída en escena por Tina. Este es el texto que escribí:

Buenas noches señoras, buenas noches señores, buenas noches público que hoy se ha acercado a esta cochera reconvertida en corral de comedias para ver “El médico a palos”.

Esta obra está escrita por Moliere, considerado el padre del teatro en Francia, aunque la versión que representaremos está adaptada por Leandro Fernández de Moratín quien tradujo el texto, redujo personajes, quitó músicas y, en definitiva, simplificó la pieza hasta dejarla como la veremos hoy y como se ha representado, desde 1814, en infinidad de teatros españoles.

Con la puesta en escena de esta obra retomamos en Ayoó el gusto por las comedias, por la representación de obras que desde época de nuestros padres y abuelos nos ha traído personajes como el Tenorio, el Ti Miserias, Jesucristo en su pasión... y bandidos, bandoleros, diablos, aventureros, enamoradas y muchos otros personajes que todos recordamos.

En sus buenos tiempos, en Ayoó se hacían dos comedias, una en invierno y otra en Pascua, además de las que nos llegaban desde otros pueblos. Ahora, más modestos, un grupo de vecinos hemos venido ensayando esta obra que esperamos sea de su agrado. También les pedimos que sepan disculpar los errores, que los habrá.

El médico a palos será Leonides. Paulina, su mujer en la vida real y en la obra, la que lo lía. Tania será la enferma de mal de amores llamada Doña Paula. Eusebio su padre en la escena, de nombre Don Jerónimo y Alvaro, su amado Leandro. Pedro hará de Ginés, uno de los criados y Jose Luis de Lucas, el otro criado que además tiene que velar por la honra de su esposa Andrea, interpretada por Mª Angeles. Mucho lío de nombres, verdad? Lo mejor va a ser que se dispongan ustedes a ver la comedia que hoy les ofrecemos: “El médico a palos”.

La obra fue seguida atentamente por el público, reídos sus chistes, aplaudidas las gracias y vitoreados los participantes. Una bonita recompensa a su esfuerzo de varios meses.











En estas dos fotos, la foto conjunta de final de obra de ambas representaciones, con Tina haciendo de maestra de ceremonias.



Ah, por cierto, en el sorteo del cordero y el jamón (uno cada día), el primero fue para Isabel, la madre de Joselito (a estas alturas de la vida ya será José de nombre, pero hay cosas que se quedan para siempre...) y el segundo para la nuera de Manuela, la mujer de Jesús. Las manos inocentes fueron un nieto de Andrés Conejo y Leire, la hija de Alfonso y Juncal.
Quienquiera leer la obra, aquí tiene el texto de la misma 

Pero el teatro no terminó con esta representación. El martes 23, ya con las fiestas de San Bartolo, el grupo de vecinos de Congosta que había estado preparando su obra, se presentó bajo el nombre de “Balcón de Vidriales”. Alvaro Prieto, también participante en la obra ayoína, hacía doblete. Y Leonides, pasaba a estar detrás de las tablas, como director y apuntador del grupo.

Trajeron a escena un drama de los años 50, “La muralla”, escrita por Joaquín Calvo Sotelo y en la que se trataba de hacer un teatro de puente entre vencedores y vencidos de la Guerra Civil. El lleno, una vez más, fue total (había muchísimos coches aparcados en los alrededores del Coito) y el éxito, conseguido.

En este artículo de La Opinión, el impulsor del grupo y de la representación, Emilio del Prado, hostelero del Mesón El Pícaro, contaba como se había puesto en marcha la obra de teatro de Congosta.

No hay comentarios: