Un chiste de mi madre:
Un vecino murió en un pueblo y cuando le llevaban a enterrar, en su féretro, revivió y se agarró a las ramas de un castaño.
Al año siguiente volvió morir y vuelta a llevarlo al cementerio en su féretro. Y la viuda les decía “¡¡libraimelo del castaño, no pase lo del otro año!!”.
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