20 de enero de 2010
El camino fantasma
Estábamos una tarde de verano en El Coito cuando mi madre me hizo ver algo en lo que yo ni me había fijado: el viejo camino que atravesaba las eras, que pasaba por La Rosina, Traslaseras y Campoferrero hasta Valdemanil, aún era perceptible en la hierba del campo de juego. Efectivamente, la calzada de piedras y una cuarta de polvo que durante mi niñez me llevó hasta las eras del chopo de mis abuelos, a jugar con las lombrices negras de agua en el reguero, a beber en mi fuente preferida, la del Coito... la vía que recorrí en el carro de vacas, a pie o en la bici... seguía marcándose en la hierba. Su forma se ve más verde y perfectamente reconocible por donde iba, como si su fantasma no quisiera marcharse del todo a pesar de los años y los cambios de la zona.
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5 comentarios:
Ja, ja...eso de estar en El Coito una tarde de verano se presta a malentendidos...¿Por qué tendré esta mente tan sucia?
Ay, María, es que nosotros lo tenemos ya tan asumido que no nos damos cuenta del nombrecito que sí, se las trae, jaja...
¿ En que estas pensando Maria? En Ayoó al el coito se va a jugar y nada más, laba la mente por si la tienes sucia, ja ja ja..
¡¡¡¡Hay que joderse!!!!, pero que razón tienes. Toda la vida pisando polvo, piedras y barro y ahora que ya no lo pisa nadie está impecable.
En fin, me ha gustado ver la foto, no por la foto en sí, sino por los recuerdos que me trae de tantos y tantos paseos.
Un saludo
HOmbre, Trice, la foto es mona... un poco sobreexpuesta (se dice así? que no salga el color del cielo porque tenía todo el solazo de frente...) pero bueno, el caminito se ve bien no?
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